Según algunos estudios la edad promedio en la que los adolescentes iniciaban el consumo de pornografía era entre los 11 y 14 años, por los mismos cambios físicos, emocionales y a nivel del pensamiento que ocurren durante la etapa de la adolescencia. Algunos estudios nuevos señalan que incluso desde los 8 años están expuestos a contenido que podría ser sugerente o inapropiado para esa edad como imágenes, vídeos de desnudos, etc.

Como ya se habrán dado cuenta desde hace muchos años por la globalización, el desarrollo de la tecnología y el enorme panorama de cambios que estamos viviendo en la actualidad los niños y adolescentes tienen un acceso ilimitado a contenido desde el móvil, tablet, computadores portátiles y otros medios. Identificamos también que por el contexto de pandemia a nivel mundial muchos de los servicios que antes se brindaban presencialmente ahora se dictan de manera virtual y a distancia, por lo que se han incrementado las horas en las que se pasan interactuando con el infinito mundo del internet.

¿Podemos evitar que los niños y adolescentes estén expuestos al contenido explícito al navegar por internet?

Utilicemos el caso de César, un adolescente de 14 años que cursa el 4to año de secundaria, durante el recreo se reúne con sus compañeros y uno de ellos relata que el último fin de semana por casualidades del destino se le cruzó un vídeo donde aparecían dos personas desnudas teniendo sexo. En el grupito de chicos la mayoría se queda mirando entre sí y después de unos segundos todos empiezan a afirmar que también han visto vídeos similares, cuando lo más probable es que solo lo digan por la presión del grupo. Volviendo a casa, nuestro amigo César googlea la palabra “sexo” y le aparecen toda una lista de páginas pornográficas, se asegura cerrar la puerta de su habitación con seguro y le da clic a una de las páginas, enseguida frente a él se visualizan vídeos con contenido sexual altamente explícito que empiezan a generarle una sensación bastante marcada de excitación. Pasan los días y sus padres comienzan a notarlo un poco extraño por lo que suele llegar a casa, no conversa como solía hacer y se adentra en su cuarto durante horas. En una ocasión la mamá de César entra a su habitación de improvisto y observa a su hijo clavado frente al computador mirando pornografía.

Tomando como modelo el caso anterior hay dos alternativas de reacciones que analizaremos a continuación:

En la alternativa A: la mamá de César se horroriza con lo que ve y empieza vociferar que él no debería navegar por ese tipo de páginas que no son apropiadas para su edad, que estará castigado durante meses sin computadora y que le comunicará a su padre para que también le aplique un castigo correctivo. Esta reacción aunado a otros factores podría generar consecuencias negativas como una adicción a la pornografía que termine derivando en prácticas sexuales compulsivas como la masturbación.

Como alternativa B: la mamá de nuestro amigo se sorprende frente a la situación, le solicita que cierre las páginas y le pide que por favor baje a la sala para poder conversar. Ubicados en la sala la madre de César comienza explicándole que ella no está para nada enojada, ni decepcionada de él, que por el contrario es totalmente normal que a su edad tenga curiosidad de tipo sexual. Complementa su discurso explicándole que ella está totalmente dispuesta a escuchar cualquier tipo de pregunta que tenga acerca de temas de índole sexual u otros.

Obviamente la reacción más adecuada es la alternativa B, pero realmente… ¿cuántos de aquí estaríamos emocionalmente preparados para una situación como esa?

¿Cómo afectaría la visión que nos retratan en la pornografía al desarrollo de la sexualidad en los adolescentes?

Continuando con el tema que nos convoca existen algunos puntos que me gustaría exponer acerca de las implicancias que podrían tener en el imaginario de un adolescente el consumo de pornografía.

  • La concepción errónea de que todo lo que sucede en la pornografía es real y placentero, puesto que en la mayoría de los videos las posiciones, orgasmos y demás son en su mayoría actuados.
  • El estándar inalcanzable con respecto al físico de los protagonistas que en su mayoría está sobredimensionado con cirugías y demás procedimientos, generando así una sensación marcada de inseguridad en los adolescentes.
  • La concepción de que todo dentro del sexo es consentido de manera incondicional, cuando en las relaciones sexuales de la vida cotidiana hay quienes les gustan algunas prácticas y a otros quienes pudiera no gustarles, ante lo cual está permitido el “No”.
  • Una visión donde la mujer es percibida como el sexo débil y el hombre debe someterla, puesto que en algunas escenas se retratan escenas sádicas donde se podría promover la violencia de género.
  • El desarrollo de fantasías que, sin el asesoramiento profesional, podrían convertirse en trastornos sexuales que a la larga representen un riesgo para la conducta sexual del adolescente para consigo mismo como con el prójimo.

Teniendo en cuenta los puntos anteriores, pueden visualizar que existen varias implicaciones que pueden afectar el desarrollo adaptativo de la sexualidad en el adolescente a tal punto que se desvincula el acto sexual del pacto de placer consentido por ambos, del reconocimiento simbólico del cuerpo ajeno como único y del respeto hacia la libertad de expresión de la sexualidad de la pareja.

Recomendaciones para que, como padres, puedan instruir a sus hijos en el desarrollo de una sexualidad saludable:

  • Abrir espacios de diálogo donde el adolescente se sienta ampliamente escuchado o aceptado para poder realizar consultas de tono sexual sin miedo a ser juzgado. Si deseas más detalle al respecto, consulta el siguiente artículo: ¿Cómo hablar de sexualidad con tus hijos?
  • Hay que explicar que el contenido vertido en páginas pornográficas y distinto tipo de contenido sugestivo-sexual, en realidad tiene como fin generar ganancias para las industrias.
  • Ofrecer explicaciones asequibles con términos digeribles según la edad del adolescente sobre términos relevantes como coito, orgasmo, enfermedades de transmisión sexual y otros. Para ello, es importante que como padre te familiarices con algunos términos asociados.
  • Quitarle el estigma generalizado de que existen estándares de cómo debería verse el físico del ser humano con respecto a sentir y aceptarse a uno mismo con cada una de sus singularidades.

Peter Huamán Yarma

Psicólogo de Libera

C.Ps.P. N°35753

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