Una primera pregunta importante a responder es:

¿Qué es la sexualidad?

Muchas personas piensan que el hablar de sexualidad implica necesariamente conversar sobre coito, o genitales, masturbación, métodos anticonceptivos, etc. Cuando en realidad, la sexualidad abarca mucho más.

Iniciemos comprendiendo que un sinónimo de sexualidad, es interacción. Por tanto, la sexualidad inicia desde la interacción de los padres con su hijo, desde que la madre lo aproxima a su pecho para lactar, o le cambia el pañal, le acaricia diciéndole lo mucho que lo quiere, desde un padre que mira a su hijo con afecto y juega con él, desde que le enseñamos a nuestro hijo las partes de su cuerpo y sus nombres, o desde que les enseñamos a tener amigos.

Todo ello, por increíble que parezca, ya es sexualidad. Y esto es porque la sexualidad abarca el desarrollo personal, la sensación de placer y bienestar cuando se consigue un logro, el desarrollo y fortalecimiento del autoestima, los lazos saludables de amistad que vaya construyendo desde muy pequeño, las percepciones que tengo de mí mismo y mi entorno, entre otros tantos aspectos.

Entonces, muchos padres ya les estamos hablando de sexualidad a nuestros hijos, incluso sin haberlo pensado o programado.

¿Y cómo hago cuando me hagan preguntas acerca de sexo?

Los que tenemos hijos, o vivimos con pequeños en casa, debemos considerar que en algún momento ocurrirá aquello que tememos, hablar de sexualidad y/o de sexo con nuestros hijos.

En esta situación hay que recordar quién es el adulto, y por tanto será quien mantendrá el control. Luego de ello, es importante considerar la edad del niño para medir su curiosidad, y la información que tiene y necesita.

Tomar en cuenta la información con la que cuenta mi hijo/a es fundamental, pues ello marcará la pauta para yo como padre saber qué es lo que necesita saber.

¿Por dónde empezar?

Todos los días se presentan situaciones propicias para enseñar a sus hijos temas relativos al sexo. Por ejemplo, a la hora del baño, puede hablar sobre las partes del cuerpo y qué significa «privado». Un embarazo o un nacimiento en la familia son un buen momento para comentar cómo se concibe y nace un bebé. Ver televisión con sus hijos también puede ser un buen momento para comentar las relaciones que aparecen en la pantalla.

Momentos para educar a su hijo pueden presentarse en cualquier lugar – mientras van de compras, en el cine, o hasta en el parque.   No es necesario dar un discurso demasiado elaborado.

Primero, averigüe lo que sus hijos ya saben. Deje que sean ellos quienes guíen la conversación y hagan las preguntas. Es posible que algunos niños no pidan información si perciben que usted se siente incómodo de tratar el tema. Otros podrían ponerle a prueba hacienda preguntas incómodas.  Hable abiertamente y hágale saber al niño que puede hacerle cualquier tipo de pregunta.

¿Qué pautas puedo seguir?

  • Mantén una actitud tranquila, ante cualquier pregunta responde de la manera más tranquila y directa posible para que no piense que es vergonzoso hablar contigo sobre ciertos temas.

  • Tus explicaciones deben ser sencillas, que respondan a las preguntas, no más. También es recomendable que nombres correctamente las partes del cuerpo que menciones (pene y vagina, y no palabras como “pipi” y “cuchi”), ello evitará la noción de que los temas sexuales están prohibidos o son vergonzosos.

  • Fomenta su confianza en ti, cualquiera sea la pregunta que haga tu hijo, procura no responder de forma alterada, tampoco evites la conversación. Tu hijo podría interpretar que sus preguntas son tabúes o que él es un niño malo por pensar en esas cosas. Tu pequeño necesita saber que puede hablar honestamente contigo sobre cualquier tema.

  • Aprovecha cada momento, no tienes que esperar a que tú niño empiece a hacerte preguntas. Ya a lo largo de su desarrollo le has podido enseñar algunas cosas a través de libros, vídeos o en el día a día.

Es importante que conozca en significado de “privacidad”, y podemos empezar a enseñarle que cuando tu puerta está cerrada, tiene que tocar antes de entrar; ello puede enseñarle también que sus partes privadas son privadas, y que nadie debe tocarlas excepto mamá, papá, la niñera o el doctor; y sólo para ayudarle después de ir al baño o durante un reconocimiento médico.

Si te interesó este artículo te recomendamos la siguiente entrevista a nuestro Psicoterapeuta Antonio Henderson en donde explica más sobre el tema y la importancia de hablar sobre sexualidad con nuestros hijos.

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