Llega enero, y con él, las vacaciones escolares, el comienzo de los entrenamientos en cualquier disciplina deportiva y, sobre todo y más importante, la hidratación. El ejercicio aumenta a varias horas por semana en los diferentes centros escolares o clubes deportivos. Por ello, los padres y demás acompañantes saben que a partir de ahora es muy importante la hidratación en sus hijos porque pierden líquido durante los entrenamientos, sumado a la elevación de la temperatura del ambiente y se recurre a las llamadas “bebidas para deportistas” en lugar de agua. Sin embargo, ¿realmente los niños necesitan de estas bebidas para el esfuerzo físico que realizan?

Las bebidas isotónicas o rehidratantes que fueron diseñadas para deportistas se adquieren fácilmente en cualquier tienda o supermercado y es una de las bebidas de moda para los más pequeños. En su etiqueta asegura ser un “alimento complementario para deportistas con sales minerales” o “bebidas adaptadas a un intenso desgaste muscular, sobre todo para deportistas, con sales minerales”. Pero, nos volvemos a preguntar ¿son adecuadas para los niños?

El agua, fuente principal de hidratación

El agua es el ingrediente principal de estas bebidas, además del azúcar y, en algunos casos, una mezcla de azucares (jarabe de glucosa o maltodextrina) y sales disueltas (cloruro sódico, fosfato, calcio, carbonato de magnesio, cloruro potásico, fosfato potásico). A estos ingredientes se suman una variedad de aditivos con fines sobre todo potenciar el sabor y regular la acidez (ácido cítrico, citrato de sodio), además de antioxidantes (ácido ascórbico), emulsionantes o estabilizantes (almidón modificado, goma de acacia) y colorantes (betacaroteno).

¿Será saludable darle una bebida rehidratante a mi hijo?

Respondiendo a la pregunta que nos hemos realizado al inicio de este artículo, las “bebidas deportivas” no son apropiadas para los niños debido a que tienen un alto contenido de azúcares. A pesar de que los niños realicen actividad física varias horas al día y varios días a la semana ofrecer como fuente principal de hidratación una bebida rehidratante a un niño es una práctica errónea e innecesaria y no hace mas que crear un mal habito entre ellos. Además, al ser dulces, estas bebidas provocan más sensación de sed lo que conlleva a tomar más, y esto aumenta el consumo de calorías y azúcares en la dieta infantil. El aporte de azúcares y minerales necesarios para ellos se encuentran en el agua y los alimentos que puedan consumir en el almuerzo, meriendas o cena, en función al horario del entrenamiento.

Ten en cuenta lo siguiente:

Sin darte cuenta, el niño que bebe medio litro de estas bebidas ingiere entre 30 a 40 gramos de azúcares, equivalente a cuatro sobres de azúcar. Es una cantidad de absorción rápida desproporcionada para el esfuerzo físico que normalmente realiza un niño en sus entrenamientos deportivos. Hay suficiente evidencia científica sobre la relación en la ingesta de bebidas azucaradas y el exceso de peso. Aunque mientras están activos y practican deporte pueden gastar las calorías extras ingeridas con este tipo de bebida rehidratante, no resulta un buen hábito que se tome antes, durante, ni después del ejercicio porque puede marcar o acentuar su apetencia por el dulce.

Recuerda que a partir de los 5 años los niños adquieren todos los hábitos alimenticios que los acompañarán durante su vida.

Nuestros últimos artículos de nutrición:

Vitamina C en el deporte

Vitamina C en el deporte

El ácido ascórbico o Vitamina C, es una vitamina hidrosoluble, es antioxidante y esencial, entre otras funciones, para la...

Abrir chat
1
Hola, gracias por comunicarte con Libera😀
¿En qué podemos ayudarte?