La realidad del perder peso

El perder peso puede ser uno de los objetivos más comunes por los que uno decide ir a un nutricionista, esta es una de las acciones más conscientes que se debe realizar. Debido a que muchas personas quieren bajar de peso lo más pronto posible nacen muchas dietas y/o pastillas milagrosas que te prometen perder muchísimos kilos en poco tiempo, lo que puede ser muy perjudicial para tu salud en general. Para ello, uno debe conocer los errores comunes que no deberíamos cometer cuando intentamos perder peso.

¿Perder peso es dejar de comer?

El bajar de peso ayuda mucho a las personas con diagnóstico de obesidad y sobrepeso, ya que les permite controlar su estado de salud y prevenir enfermedades asociadas como diabetes, hipertensión, enfermedades cardiovasculares o infartos. Sin embargo, hoy en día se presentan personas con un peso adecuado para su talla o con bajo peso con el afán de perder aún más. Preocupa el hecho de que no se aprenda a bajar de peso de manera saludable y segura. Por ello es necesario identificar cuáles son las malas acciones y evitarlas por completo.

Ayunar

Existen muchas personas que eligen el ayuno como método para perder peso, si bien, no ha sido corroborado científicamente por estudios clínicos rigurosos el ayuno puede resultar un hábito contraproducente para adelgazar de manera segura, sin efectos secundarios y sin contraindicaciones. Sin embargo, este no debe llegar a más de 16 horas del día,  y todo debe ser analizado por un nutricionista ya que muchas personas no se acostumbran a este estilo de alimentación y, por ende, no se podría sostener en el tiempo.

Reducir al máximo el aporte de grasas

En el caso de la obesidad se genera una acumulación de grasa corporal excesiva, lo que genera un proceso inflamatorio clave en el desarrollo de esta enfermedad; por ello, los ácidos grasos omega-3 podrían tener efectos protectores. Eliminar o reducir a la mínima expresión la presencia de alimentos grasos, fuente de ácidos grasos esenciales como el aceite de oliva (o los aceites de semillas), los frutos secos y pescados azules, es una elección totalmente equivocada, ya que podrían ocasionar un trastorno a nivel hormonal, sobre todo en la regulación de las hormonas femeninas, presentándose amenorrea o ausencia de la menstruación.

Cenar solo fruta

En este caso las cenas solo de frutas pueden que, si no se enmarca en un plan alimentario completo y saludable, puede desplazar del menú a otros alimentos cuya presencia habitual en la dieta es necesaria. Esta elección dietética puede tener un efecto diurético, por la naturaleza abundante en agua y minerales de las frutas, pero no adelgazante.

Restringir la dieta de forma voluntaria

Consumir en el desayuno solo una infusión y una fruta, en el almuerzo solo ensaladas, una merienda muy ligera a base de fruta o yogurt, cenar una crema o sopa de verduras y, en general, eliminar por completo los carbohidratos en todo el día son solo algunas de las elecciones alimentarias que, establecidas con criterio, pueden encajar dentro de un concepto de dieta hipocalórica. Sin embargo, si se siguen sin asesoramiento profesional, pueden no cubrirse todas las necesidades de calorías hasta un límite preocupante y por un tiempo no controlado. Esta restricción dietética puede provocar un síndrome de atracón por el debilitamiento de las señales de hambre y saciedad. Con ello podríamos ocasionar el desarrollo de algún  rastorno de la conducta alimentaria como bulimia o anorexia.

Recuerda que para perder peso no necesitas seguir una alimentación extrema o seguir la “dieta de moda”, debes buscar asesorarte por un especialista en nutrición para que aprendas sobre una correcta alimentación que incluya todos los grupos de alimentos necesarios para estar sanos y sin dejar de consumir aquellos alimentos que más te gustan.