Deficiencias nutricionales más comunes en la adolescencia

En la adolescencia las necesidades nutritivas vienen definidas por los procesos de maduración sexual, aumento de talla y aumento de peso, en donde estos procesos requieren el incremento de energía y nutrientes; hay que tener en cuenta que en la adolescencia se gana aproximadamente el 20% de la talla y el 50% del peso que se va a tener en la adultez. Estos incrementos corresponden principalmente con el aumento de masa muscular y de masa ósea, todos estos cambios se ven directamente afectados por la alimentación, la cual debe estar dirigida y diseñada para cubrir el gasto que se origina.

También, en esta etapa se incrementa el riesgo de presentarse deficiencias nutricionales debido a las elevadas necesidades de nutrientes y de desequilibrios en la alimentación: dietas restrictivas, monótonas o desequilibradas que no incluyen los alimentos básicos.

A continuación, describiremos las principales deficiencias que se presentan en la adolescencia:

Vitamina A:

Presente en lácteos, verduras y frutas en forma de beta-caroteno o provitamina A. Usualmente, los adolescentes disminuyen el consumo de lácteos o también, disminuyen su consumo en frutas y verduras por lo cual restan el aporte de esta vitamina.

Calcio:

Este mineral se relaciona con el crecimiento de la masa ósea y su disponibilidad será diferente dependiendo del alimento del que proceda siendo los alimentos más ricos en calcio la leche y todos sus derivados, ya que la vitamina D, la lactosa y las proteínas propias de los lácteos promueven su absorción y disponibilidad por parte del organismo. También podemos encontrar calcio en pescados en conserva de los que se come la espina como las sardinas o anchovetas, frutos secos y derivados de soja enriquecidos. Muchas veces se ve disminuida su ingesta porque los adolescentes no suelen consumir estos alimentos por preferencias alimentarias.

Hierro:

Es un mineral componente de la hemoglobina, transportador del oxígeno y del anhídrido carbónico en la sangre, indispensable para el desarrollo de componentes de la sangre como los glóbulos rojos que interviene en procesos de obtención de energía. Cabe destacar que el hierro que mejor se absorbe es el de origen animal como las carnes, pescado, huevos y derivados de estos alimentos, mientras que el procedente de las menestras, verduras y otros alimentos vegetales no se absorbe al 100%, por lo que se recomienda combinarlos con alimentos ricos en vitamina C como jugo de limón, naranjas, mandarinas, etc. El hierro se encuentra disminuido en muchos adolescentes porque disminuyen su ingesta de carnes, menestras comparado con los altos requerimientos en esta etapa.

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Zinc:

Este micronutriente interviene en la síntesis de proteínas y, por tanto, en la formación de tejidos. Asimismo, colabora en los procesos de obtención de energía, en el sistema inmunológico del organismo y presenta una potente acción antioxidante. La deficiencia de zinc se relaciona con lesiones en la piel, retraso en la cicatrización de heridas, caída del cabello, fragilidad en las uñas, alteraciones del gusto y del olfato, etc. La fuente principal de zinc la constituyen las carnes, el pescado, los mariscos y los huevos. También, podemos encontrarlos en los cereales integrales, frutos secos, menestras y quesos. En el caso de los adolescentes, por comenzar a cuidar de su figura ven restringido la ingesta de alimentos ricos en zinc por lo que pueden generar una carencia de este mineral.

Por lo mencionado anteriormente, recomendamos incluir una variedad de alimentos en la dieta del adolescente para prevenir carencias nutricionales que puedan comprometer su adecuado crecimiento y desarrollo.

Carmen Henderson

Nutricionista de Libera

CNP: 5381