Ya en un artículo anterior hemos explicado qué es la fatiga pandémica, el por qué se origina, los síntomas que la comprenden y las consecuencias a largo plazo, entendiendo que la fatiga pandémica es aquella reacción de desmotivación, desesperanza y apatía que surge tras vivenciar de forma sostenida esta situación de restricciones e incertidumbre que trae consigo la pandemia.

Ahora te preguntarás, ¿qué hacer frente a ello?, ¿cómo manejar lo que se nos viene? Para ello, hemos redactado este artículo para ti.

Recomendaciones para continuar sobrellevando esta pandemia

  • Mantén las medidas de sobreprotección, recuerda: todos somos parte de la solución
  • Cuida tu sistema inmune y tu cuerpo: Ten una buena higiene del sueño (dormir aprox. 7 a 8 horas diarias).
  • Cuida tu alimentación, come balanceado. Asesórate con un profesional del área en caso necesites.
  • Mantén una rutina de ejercicio físico, aunque sea unos minutos al día dentro de casa. Recuerda, puedes ser creativo (por ej. bailar, yoga, usar aplicaciones del teléfono, etc.)
  • Si sufres de alguna enfermedad crónica, mantén con regularidad los tratamientos que te hayan indicado los profesionales, no te descuides.
  • Evita la sobre exposición a información, dosificar las horas en las que veas noticias, sobre todo, evitar noticias antes de dormir.
  • Mantener tus rutinas y horarios para hacer las cosas (comer, dormir, trabajar, distraerte).
  • Identifica y haz una lista de actividades que te relajen. Tenlas a la mano para momentos de crisis. Los ejercicios de respiración y relajación podrían serte de utilidad.
  • Puedes aventurarte a crear nuevas rutinas de actividades en casa. Atrévete a hacer cosas que no hagas frecuentemente y diviértete.
  • Mantén el contacto social de forma virtual, no te aísles.
  • Trata de mejorar los vínculos con tus familiares, puede ser un espacio de reencuentro.
  • No reprimas tus emociones. Identifícalas, exprésalas, valídalas, ellas tienen su función.
  • No seas duro contigo. Es normal que no rindamos como antes, las circunstancias no son las mismas y el entorno e incertidumbre nos demandan más energía mental.
  • Tratar de ver qué puedes aprender de esto, reconectarte contigo mismo, ver qué agradecer, destaca algo positivo de tu día.
  • Busca ayuda en caso la necesites, no lo vivas solo.
  • Vive un día a la vez, enfócate en aquellas cosas que sí puedas manejar y sí dependen de ti.
  • Recuerda: lo lograste el año pasado, y el año pasado nos demostró que los seres humanos tenemos la capacidad para desarrollar recursos de afrontamiento y adaptativos frente a situaciones adversas.

A modo de conclusión

No olvides que nunca está de más conversar con un profesional al respecto, así como hay que cuidar de nuestra salud física, hay que cuidar nuestra salud emocional.

Lic. Beatriz Azabache

Psicoterapeuta de Libera

C.Ps.P. N°36603

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