Es muy conocido que consumo del ácido fólico o los folatos antes del embarazo y durante el primer trimestre de este, reduce la tasa de defectos del tubo neural en el recién nacido. Sin embargo, solo es uno de los beneficios que esta presenta, ya que endocrinólogos consideran que esta vitamina se mantenga en nuestro plan nutricional diario, tanto para hombres como para mujeres y a la vez se presentan estudios que consideran que el ácido fólico posee un carácter anticancerígeno.

¿Qué es el ácido fólico?

El ácido fólico es una vitamina hidrosoluble que es parte del complejo B. La realidad es que los alimentos como tal no tienen esta vitamina tal cual, sino derivados conocidos como folatos, compuestos sintetizados por plantas y bacterias.

El nombre de ácido fólico
proviene del latín; concretamente de folium (hoja). Aproximadamente el 60% de los folatos consumidos en la dieta proviene de los vegetales, cereales y frutas; mientras que el 40% restante procede de carnes, pescados y productos lácteos. Las bacterias intestinales son capaces de sintetizar pequeñas cantidades de ácido fólico, partiendo de todas estas sustancias.

¿Cómo consumir el ácido fólico?

Los folatos son muy sensibles a la cocción. El calor provoca muchas pérdidas de esta vitamina. Por ello, se recomienda el consumo de frutas y verduras durante muchas veces en el día. Asimismo, determinados medicamentos pueden interferir con la absorción o la vía metabólica del ácido fólico, como es el caso de los: antiácidos, sulfasalazina, colestiramina, anticonvulsionantes, algunos antibióticos y anticonceptivos orales.

Recomendaciones de consumo del ácido fólico

La Food and Nutrition Board, del Institute of Medicine-National Academy of Sciences de EE. UU. recomienda una ingestión diaria que varía de 65 µg para los recién nacido a 400 µg para adultos. Durante el embarazo se recomiendan 600 µg y en la lactancia 500 µg.

Consecuencias de su deficiencia

Existen claras evidencias que la deficiencia de ácido fólico en las gestantes está relacionada con la aparición de defectos del tubo neural en el recién nacido. Estas malformaciones se producen, debido a que el tubo neural no se cierra completamente y provoca anencefalia, encefalocele y espina bífida (con efectos que varían desde la muerte, hasta parálisis más o menos importantes o incontinencia urinaria). Además, con el déficit de ácido fólico, el organismo no produce suficiente ADN para el desarrollo normal del embrión.

Estudios han demostrado que la suplementación con ácido fólico antes y durante el embarazo reduce la incidencia de defectos del tubo neural en el recién nacido. De la misma manera, un bajo índice de folatos aumenta el riesgo de partos prematuros y puede provocar nacimientos de bebés con bajo peso.

Nuestros últimos artículos de nutrición:

Vitamina C en el deporte

Vitamina C en el deporte

El ácido ascórbico o Vitamina C, es una vitamina hidrosoluble, es antioxidante y esencial, entre otras funciones, para la...

Nuestros últimos artículos de nutrición:

Vitamina C en el deporte

Vitamina C en el deporte

El ácido ascórbico o Vitamina C, es una vitamina hidrosoluble, es antioxidante y esencial, entre otras funciones, para la...

Abrir chat
1
Hola, gracias por comunicarte con Libera😀
¿En qué podemos ayudarte?