Conociendo el Síndrome Metabólico

Actualmente a nivel mundial la principal causa de mortalidad son debido a las enfermedades cardiovasculares; siendo la obesidad, diabetes, hipertensión, hipercolesterolemia aquellas patologías que aumentan el riesgo de morir por estas causas.

Existen asimismo factores de riesgo que son características del individuo que lo predisponen a padecer de estas enfermedades. Entre los factores no modificables inherentes al ser humano tenemos por ejemplo la herencia genética (si mis padres o abuelos tuvieron diabetes es muy probable que la descendencia también padezca de ello), enfermedades endocrinas como el hipotiroidismo (ya que las hormonas tiroideas regulan el adecuado funcionamiento del organismo), la edad (adultos mayores tienen mayor riesgo debido a la sarcopenia o pérdida de masa muscular); y entre aquellas condiciones que si podemos intervenir tenemos el sedentarismo, la alimentación no saludable, el tabaquismo (aumenta el riesgo de hipertensión), el alcoholismo (afecta el funcionamiento del corazón). Además existen algunos factores socioculturales como la educación, los ingresos económicos los cuales influyen en la calidad de vida de las personas.

El síndrome metabólico es un conjunto de anormalidades que tiene varias patologías en común y permite evaluar el riesgo cardiovascular y de diabetes. Este síndrome comienza cuando aumenta la grasa visceral o dentro de los órganos y desencadena una inflamación, resistencia a la insulina (la hormona no puede cumplir su función y ocasiona la elevación de la glucosa en la sangre), existe una mayor reabsorción de sodio a nivel renal que aumenta la presión sanguínea, existen cambios en las grasas que ocasiona que al final se oxiden y obstruyan las arterias.

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Para poder diagnosticar existen diversos criterios de distintas organizaciones internacionales como el ATP III (Panel de Expertos del Colesterol), la IDF (Federación Internacional de la Diabetes), ALAD (Asociación Latinoamericana de Diabetes). En general cuando existe más de tres de los siguientes indicadores podemos establecer que la persona padece de este síndrome: glucosa mayor a 100mg/dl, triglicéridos mayor a 150mg/dl, presión arterial mayor de 130/85 mmHg, colesterol HDL o bueno menor a 40mg/dl en varones y 50mg/dl en mujeres, perímetro de cintura elevado más de 94 cm en varones y 88cm en mujeres.

En nuestro país según Pajuelo se encontró una prevalencia del 19% alcanzando estos porcentajes a 33% en España y 25% En Estados Unidos y México; lo cual demuestra la existencia del problema de salud pública.

Por ello debemos de controlar los factores de riesgo poniendo énfasis en la alimentación saludable fomentando el consumo de pescado como el bonito la caballa, ya que contienen DHA, EPA ácidos grasos esenciales que disminuyen el colesterol y son antiinflamatorios, el aporte de fibra de frutas y vegetales que evitan que se absorba la glucosa y el colesterol, disminuir el consumo de sodio, evitar alimentos procesados como embutidos, enlatados, frituras, disminuir el consumo de carnes rojas y lácteos enteros (preferir los descremados) por la cantidad de grasa saturada que contienen. Asimismo evitar los azucares refinados como dulces, y las gaseosas y consumir por el contrario carbohidratos complejos de cereales como la quinua, avena, tubérculos como el camote, yuca, cereales integrales (pan o arroz integral), menestras como lentejas, frijoles; que tienen un menor índice glucémico y por lo tanto permiten un mejor control de la glucosa en sangre. Incluir por ultimo frutos secos como nueces, almendras, pecanas y grasas insaturadas como de la palta, aceite de oliva que aumentan el colesterol HDL en sangre.

Además se recomienda la practica regular de actividad física al menos 30 minutos diarios, controlar el peso y realizar chequeos preventivos o análisis una vez al año.

En conclusión con todas estas indicaciones podremos prevenir todo este conjunto de patologías que afectan gravemente la salud de la población en general.

Catherine Schnaiderman

Nutricionista de Libera

CNP 5179