Cuando hablamos de alimentación no solo nos referimos al hecho de comer para saciar el hambre, va mucho más de ello, es alimentarnos y nutrirnos para mantener la salud y prevenir enfermedades.

    Cuando llevamos una alimentación variada, en la cual incluyamos una diversidad de alimentos, pero sobre todo equilibrada, es decir en cantidades adecuadas a las necesidades individuales, será uno de los principales factores para promover la salud y la calidad de vida, debido a que cubrimos las necesidades biológicas básicas para que el cuerpo funcione normalmente y, también nos es útil para la prevención y tratamiento ante ciertas enfermedades o alteraciones metabólicas.

    Asimismo, debemos tener en claro esta premisa: bien alimentado no significa estar bien nutrido. Esto se debe a que para estar bien nutrido es necesario brindar por medio de los alimentos los nutrientes que el cuerpo necesita en una proporción adecuada para desarrollar sus funciones, de no ser así se producen desequilibrios con consecuencias que podrían alterar nuestro estado de salud y hacernos susceptibles para desarrollar diferentes enfermedades.

    Por otro lado, el objetivo de mantener un equilibrio alimentario es la conservación de la vida, crecimiento, reproducción, funcionamiento normal de los órganos y producción de energía para desarrollar las funciones vitales y poder realizar actividad física.

    En cuanto a la elección de los alimentos cada persona está condicionada por diferentes factores como socioculturales, económicos, religiosos, de hábitos o costumbres gastronómicas, personales, entre otros, las cuales van a repercutir sobre los hábitos de alimentación. Cabe destacar que estas influencias externas pueden ser modificadas a través de una correcta educación alimentaria.

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    Puntos clave para obtener el equilibrio alimenticio:

    1. Elegir bien los alimentos de acuerdo con las recomendaciones de los especialistas.
    2. Combinarlos correcta y equilibradamente de acuerdo con los requerimientos dietéticos de cada persona.
    3. Distribuir bien los alimentos a lo largo del día.
    4. Prepararlos y cocinarlos adecuadamente con técnicas como salteados, al horno, guisos, a la plancha, al vapor, etc.
    5. Disfrutar los alimentos con placer dentro de un estilo de vida saludable.

    De acuerdo con lo mencionado anteriormente, es importante mantener un equilibrio en la alimentación y no simplemente comer los alimentos por comerlos, ya que dependerá de este balance para mantener una buena calidad de vida y prevenir enfermedades.

    Carmen Henderson

    Nutricionista de Libera

    CNP: 5381

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