Importancia de la lactancia y la alimentación complementaria

La leche materna es el alimento ideal para los 6 primeros meses de vida ya que contiene múltiples beneficios tanto para la madre como para el lactante. Esto debido por ejemplo a su contenido en ácidos grasos esenciales como el EPA y DHA favorece el desarrollo del sistema nervioso y la visión, debido a la presencia de inmunoglobulinas fortalece su sistema inmunológico protegiendo contra enfermedades como la diarrea, gripe, alergias e incluso a largo plazo previene la diabetes, obesidad, hipertensión. En el caso de la mama las ventajas es que va a reducir las hemorragias post parto, el riesgo de cáncer de mama, de osteoporosis y la recuperación de su peso. Recordar que la lactancia no representa un costo económico a diferencia por ejemplo de las formulas infantiles.

Es importante indicar que no se le debe dar leche de vaca al lactante debido a que la misma contiene mucha cantidad de proteínas y minerales sobrecargando el riñón. La proteína de la leche de vaca forma coagulo de caseína la cual es más difícil de digerir en cambio la proteína de la leche materna son del suero de fácil digestibilidad. En cuanto a los lípidos la leche de vaca contiene mucha grasa saturada a diferencia de la leche materna que contiene grasa poliinsaturada. Además la leche de vaca ocasiona alergias a la misma en una gran cantidad de lactantes. Por todos estos motivos se debe fomentar la lactancia materna exclusiva durante los 6 primeros meses y continuar en adelante.

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A partir de los 6 meses el lactante ha alcanzado su desarrollo que le permite poder ingerir algunos alimentos ya que presenta las enzimas y los reflejos físicos necesarios. Además, la leche materna ya no le permite cubrir por si sola los requerimientos del lactante a esta edad debiéndosele cubrir entre 200 y 300 calorías adicionales con la alimentación.

Por otro lado, al lactante no se le debe brindar agüitas ya que con la leche materna cubre sus requerimientos de líquidos. Tampoco son recomendables los caldos ni sopas, ya que la capacidad gástrica de su estomago es muy pequeña, por lo tanto se debe brindar todos los nutrientes necesarios en poca cantidad de comida debiéndosele dar preparaciones espesas.

En cuanto a la alimentación complementaria se debe tener en cuenta la cantidad, la frecuencia y la consistencia de las comidas. A los 6 a 8 meses se debe dar 3 a 5 cucharadas y la consistencia es aplastada tipo papilla o pure, comenzando con tubérculos como papa, camote, carnes como hígado de pollo, pollo, verduras como zanahoria y frutas como plátano, melocotón sin cascara. A los 9 a 11 meses se debe dar 5 a 7 cucharadas y la consistencia es picada en trocitos pequeños con una frecuencia de cuatro veces al día. A los 9 meses ya se les puede dar menestras pero sin cascara y vegetales verdes como brócoli, espinaca. A partir del año la cantidad son de 7 a 10 cucharadas con una frecuencia de cinco veces al día, incluyendo el desayuno. Además, ya se puede introducir al año algunos alimentos alergenos como los cítricos, clara de huevo y pescado.

Para una mejor recomendación de tipos de alimentos, la edad de introducción de los mismos se recomienda consultar con nutricionista para poder además evaluar el peso y talla.

Catherine Schnaiderman

Nutricionista de Libera

CNP 5179