Si tener o tan solo ver un bebé puede sonar tierno, imaginarse dos naciendo el mismo día resulta el doble de tierno, más aún cuando se parecen. Pero en muchas ocasiones, se olvida que la similitud solo está en los rostros o el día de nacimiento y se deja de lado que, en realidad, son dos personas distintas que pueden llegar a ser muy diferentes la una de la otra.
Tan iguales como diferentes
Desde ya podemos afirmar que tener hermanos es un gran factor que influye en nuestras vidas, aún más entonces cuando hablamos de gemelos, ya que comparten un mismo tipo de crianza a la misma edad.
Entonces, ya sea si hablamos de gemelos (aquellos que tienen un gran parecido físico por haber compartido el mismo óvulo fecundado), así como de mellizos (quienes no necesariamente tienen parecido físico y pueden ser de sexos diferentes ya que su óvulo fecundado fue diferente para cada quien), al nacer y en el proceso de crianza, el solo haber compartido el mismo día de nacimiento hace de este par, inseparable a ojos de los demás. Por lo tanto, es común que en un inicio se regale la misma ropa, los mismos juguetes y hasta se les trate como si fueran la misma persona, cuando en realidad son dos personitas completamente diferentes.
Si eres madre o padre de gemelos bebés, sabrás, por ejemplo, que quizá uno llore más que el otro, uno tal vez pueda ser calmado más rápido o seguramente uno juega más o es más temperamental que el otro. Así, vemos que desde las interacciones iniciales cada quien tiene una personalidad diferente que los va definiendo e irán formando respuestas y gustos que hasta podrían ser completamente opuestos uno del otro.
Sin embargo, también ocurre que los gemelos puedan compartir algunas características de personalidad o tengan costumbres similares, recordemos que siguen siendo dos hermanos contemporáneos que comparten muchas cosas juntos. De este modo, vemos que pueden ser muy parecidos en algunas cosas y completamente distintos en otras, y esto puede confundir la manera de tratarlos y llevarnos a cometer ciertos errores al criarlos.
¿Cuáles serían los posibles errores?
Bien dicen que nadie enseña a ser padres, así que no te sientas mal si estas por leer algo que te ha sucedido. De hecho, incluso sin ser gemelos, existen ciertos errores que cualquier padre puede cometer pero el límite entre las similitudes y diferencias de los gemelos pueden causar muchas confusiones en amigos, primos o tíos. Y aunque es probable que los padres tengan un sensor mucho más sensible ante estos estímulos, hay ciertos errores que pueden cometerse y es importante identificar si estamos cometiendo alguno para poder evitarlos.
En primer lugar y muy importante, no son la misma persona:
Sí, ya sé que esto se ha mencionado hasta el cansancio, pero en muchas ocasiones se presupone que, porque uno hizo algo, el otro también y se llama la atención a ambos; o que, si a uno le gusta alguna actividad, los dos son llevados a hacer lo mismo. Es importante que puedan tratarse con igualdad en tanto a lo justo que pueda ser, pero no ser tratados como si fueran la misma persona. Ambos saben que son totalmente distintos y el sentir que pueden ser tratados igual puede influir negativamente en su formación de sí mismo.
Llevarlos a hacer todo juntos:
Si bien ambos pueden compartir muchos gustos, el que hagan absolutamente todo juntos limita su independencia. Mientras ellos no puedan decidir por ser pequeños o no saber, es importante darles un espacio de exploración y que ellos mismos se vayan guiando no de lo que dice el hermano/a, sino de lo que cada uno quiere.
No identificar sus diferencias:
A medida que van creciendo, los niños van formando su propia manera de ser, de decir sí y no a específicas cosas y esto moldea su personalidad a futuro. Muchas veces, los gemelos pueden compartir características, pero incluso en esas similitudes, hay que tener cuidado en ver cómo es que cada uno de ellos las vive y experimenta. Ubica esas particularidades y saca lo mejor de cada uno de ellos.
Evita las comparaciones:
Si ya afirmamos que los gemelos son personas que pueden ser distintas, ¿para qué seguir comparándolos? Usar como ejemplo de algo correcto o incorrecto a uno de los hermanos puede herir la identidad de cada uno. Si alguno cometió un error, no compares con lo que no hizo el hermano/a, más bien, enséñale a partir de su propia equivocación. Esto también influye positivamente en una identidad propia, ya que aprende de sí mismo y no de la idea de otro.
Para tener en cuenta
Como verás, muchas de las indicaciones refieren al error que implica creer que los gemelos comparten más que la similitud del rostro. Es importante poder formar su independencia y crear identidades propias y fuertes ya que así ambos podrán sentirse bien consigo mismos y compartir sus diferencias sin miedos ni dificultades.
Sumi-Kori Rimari
Psicóloga de Libera
C. Ps. C. 32052
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