Quisiéramos iniciar este artículo señalando la importancia de los hermanos en la vida de cada uno, principalmente porque es quizá uno de los vínculos más duraderos y extensos en el tiempo, jugando un papel articulador e integral en el núcleo de la familia.

¿Cuáles son sus características principales?

Siendo así, se pueden señalar 4 características principales de las relaciones entre hermanos, sobre todo en la primera infancia. En principio, las interacciones entre hermanos están definidas por fuertes emociones, sin inhibiciones de una cualidad positiva o negativa, pudiendo mantenerse neutra a lo largo de la vida. En segundo lugar, son definidas también por la intimidad, ya que a más temprana edad invierten mucho tiempo y recursos jugando juntos, se conocen bien, tejen una historia de profundo conocimiento que se traduce en oportunidades para promover apoyo emocional para los unos a los otros. Luego, en tercer lugar, estas relaciones filiales se caracterizan por tener grandes diferencias individuales en la calidad de las relaciones de los niños con el uno a otro; y finalmente, la diferencia de edades promueve lucha de poderes y control, así como rivalidad y celos; si bien ello puede generar un espacio de contienda, también proporciona un contexto para tipos más positivos de intercambios complementarios, como enseñar, ayudar y cuidar.

¿Qué nos dicen las investigaciones más actuales sobre la relación entre hermanos?

Diversos estudios señalan que los hermanos juegan un papel importante en el desarrollo de la comprensión de los niños respecto a la mente de otros, lo cual significa, dar un lugar a la comprensión de las emociones, pensamientos, intenciones y creencias. Siendo así, los niños con hermanos han demostrado tener una facilidad mayor para leer emociones y estados mentales en el otro, gracias a la interacción y vínculo que han tejido con sus hermanos.

En línea con lo anterior, los hermanos pequeños que participan en juegos de simulación, muestran una mayor comprensión de emociones y pensamientos, creatividad en sus temas de juego y en el uso de objetos, y además logran construir significados compartidos en el juego.

De otro lado, se ha investigado el lugar que ocupa la resolución de conflictos y el manejo de la frustración en hermanos. Es bien sabido que los conflictos entre ellos son frecuentes, los cuales muchas veces se resuelven de maneras rudimentarias, con violencia y agresión. Sin embargo, con la ayuda de los padres/cuidadores los niños logran poner en palabras sus emociones y que el conflicto discurra por ellas, antes que por conductas agresivas como gritos y/o golpes. Sin embargo, se ha estudiado la relación entre la existencia de conflictos mal resueltos en la infancia y en la adultez. Los resultados demuestran que niveles extremos de conflictos entre hermanos en la niñez está relacionado a niveles problemáticos en la adultez, sobre todo cuando existe ausencia de cariño fraternal.

¿Qué características tienen los hermanos mayores / menores?

Generalmente, los primogénitos participan y juegan los roles de liderazgo, enseñanza, cuidado y ayuda; mientras que los segundos hermanos son más propensos a imitar, seguir, ser aprendiz, obtener atención y ayuda; usualmente estos hermanos menores imitan el lenguaje de sus hermanos mayores durante el juego, estableciendo así significados compartidos y códigos particulares en su lenguaje.

Inicialmente, en la primera infancia, los hermanos pueden fungir un rol de apoyo durante situaciones de cuidado cuando la madre está ausente por un tiempo corto, y ya conforme pasen algunos años, pueden incluso dar apoyo durante experiencias familiares tensas y estresantes.

¿Existen diferencias de género?

Si bien las hermanas mayores son más propensas a asumir roles de cuidado y ayuda que los hermanos mayores, la investigación nos dice que existe poca diferencia de género o edad. Como los segundos hermanos se vuelven más competentes cognitiva, lingüística y socialmente en los primeros años, comienzan a asumir un papel más activo en las interacciones, como en el juego.

Conclusiones

De acuerdo con lo señalado anteriormente, podemos afirmar que la relación entre hermanos es un terreno sobre el cual se pueden desplegar aprendizajes sobre el mundo que los rodea. Es un lugar seguro para aprender a interactuar con otros, a descubrir el juego, a tomar turnos, a tolerar frustraciones, a manejar conflictos, a divertirse, a crear.

Los beneficios positivos de establecer relaciones cálidas y positivas entre hermanos, pueden durar toda la vida, mientras que iniciar relaciones fraternales difíciles, puede generar problemas en el desarrollo emocional posterior.

La tarea para los hermanos pequeños es encontrar el equilibrio entre los aspectos positivos y negativos de sus interacciones, mientras ambos crecen y se desarrollan con el tiempo.

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