Cada día son más las personas preocupadas en mejorar su alimentación y establecer cambios positivos con la finalidad de mantener un estado óptimo de salud; sin embargo, aún podemos observar un grupo grande de la población con obesidad, sobre todo, ahora es más común encontrar la obesidad infantil. Debemos tener presente que el exceso de grasa corporal en un niño conlleva a que sea un futuro adulto con obesidad, y, por ende, tiene un mayor riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares, resistencia a la insulina y diabetes, limitaciones físicas al realizar ciertos esfuerzos físicos, entre otras.
Por ello que la Organización Mundial de la Salud (OMS) creó una comisión en el año 2014 con el objetivo de revisar y elaborar estrategias para el control de la obesidad infantil.
A continuación revisemos algunas de las recomendaciones para ponerlas en práctica en nuestros hogares y compartirlo con nuestros amigos o familiares para que de esta manera, juntos, podamos luchar con la obesidad infantil.
Recomendaciones de la OMS para el control de la obesidad infantil
Bebés y niños pequeños:
- El inicio temprano de la lactancia materna en la primera hora después del nacimiento.
- La lactancia materna exclusiva durante los primeros seis meses de vida.
- La incorporación de alimentos nutricionalmente adecuados y seguros a los seis meses de edad, manteniendo la lactancia materna hasta los dos años de edad o más.
Niños y adolescentes en edad escolar:
- Limitar el consumo de energía procedente de las grasas y azúcares.
- Aumentar la ingesta de frutas y verduras, legumbres, cereales integrales y frutos secos.
- Llevar una actividad física regular (60 minutos al día).
A su vez, la OMS hace referencia al papel fundamental de la industria alimentaria, sugiriendo las siguientes medidas a implementar:
- Reducir la grasa, el azúcar y la sal de los alimentos procesados.
- Asegurar que las opciones saludables y nutritivas están disponibles y son asequibles para los consumidores.
- Realizar una práctica de marketing responsable, en especial cuando va dirigido a niños y adolescentes.
Asimismo, la OMS señala que es necesario atacar al ambiente obesogénico donde vivimos, recomendando seis áreas de aplicación:
- Promoción de la ingesta de alimentos saludables.
- Fomento de la actividad física.
- Cuidados en la preconcepción y durante el embarazo.
- Dieta y actividad física en la primera infancia.
- Salud, nutrición y actividad física para niños en edad escolar.
- Control de peso.
Podemos concluir que para erradicar y prevenir obesidad infantil es un trabajo arduo y en conjunto de todos los sectores (gobierno, escuelas, familias), de esta manera podremos mantener niños sanos y futuros adultos sanos.
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