El yacón ( Smallanthus sonchifolius) consumido en la época prehispánica por los indígenas, quienes lo denominaban llakum y lo consumían como alimento .El primer registro escrito del yacón data del año 1615, cuando un cronista mestizo llamado Huaman Poma de Ayala lo incorporó en una lista de cultivos andinos.

En el periodo prehispánico, los incas no tenían la costumbre de tomar agua por el temor de padecer enfermedades creyendo que el agua era una divinidad hermana gemela de la Pacha mama, la diosa de la tierra. Por lo tanto, cuando se debían recorrer grandes distancias, llevaban atado a la cintura este alimento y lo utilizaban para saciar su sed ya que este posee un alto contenido en agua.

Este posee una forma parecida a una yuca y un sabor algo dulce.

Posee un alto contenido de agua:

La raíz en su estado fresco está compuesta principalmente por agua (83 a 87%).

Controla los niveles de glucosa:

Posee alto contenido de inulina y fructooligosacáridos (FOS), sustancia de polímetros de la fructosa, que no pueden ser metabolizados por el organismo de los humanos y por lo tanto atraviesan el aparato digestivo hasta ser eliminados sin proveer casi calorías, ni elevar los niveles de glucosa.

Efecto antioxidante:

Las raíces de yacón son ricas en compuestos fenólicos, principalmente acido clorogénico, a los que se les atribuye su capacidad antioxidante, siendo esta mayor en sus hojas.

Evita el estreñimiento.

Gracias a su alto contenido de agua y fibra siendo este alrededor de 45g/100g de alimento, esta en forma de inulina.

Ayuda en la pérdida de peso:

Gracias a su contenido de fructooligosacáridos (FOS, polímeros de fructosa), que son capaces de resistir la hidrólisis de enzimas del tracto superior del sistema gastrointestinal humano, dándole bajo contenido calórico. A demás gracias a su alto contenido en agua y fibra, brinda saciedad.

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Así mismo se les atribuye otros beneficios como:

Disminuir los riesgos de padecer arteriosclerosis cardiovascular, especialmente la asociada a la hipertrigliceridemia y la resistencia a la insulina, además de reducir el riesgo de cáncer de colon. Otros efectos posibles serían fortalecer la respuesta inmunológica.

El yacón es recomendable consumirlo en su forma fresca, previamente lavado para aprovechar al máximo todos sus beneficios, así mismo debe pelarse al momento de consumirlo ya que se oxida rápidamente al contacto con el aire, reduciendo así sus propiedades. En el caso de las hojas, como infusiones.

Claudia Soria

Nutricionista de Libera

CNP: 8223

 

 

 

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