El problema empieza cuando la ansiedad deja de ser una emoción funcional.

Aunque la ansiedad es un estado de alerta normal frente a situaciones de peligro, los trastornos de ansiedad generan que este sistema protector se active de manera excesiva en escenarios donde el peligro es escaso o ausente. Esta sensación extrema produce sufrimiento y llega a interferir en la vida cotidiana de quien lo padece, produciéndole aprensión, sensación de pérdida de control e inseguridad, incluso síntomas físicos.

Tipos de trastornos de ansiedad:

Hay varios tipos de trastornos de ansiedad, cada uno tiene características particulares:

Trastorno de ansiedad generalizada (TAG):

Se caracteriza por un estado de preocupación permanente. Las personas con trastornos de ansiedad generalizados tienen miedos o preocupaciones recurrentes como, por ejemplo, la salud o la situación económica, y con frecuencia tienen una sensación constante de que algo malo está por suceder. La causa de estos sentimientos intensos de ansiedad puede ser difícil de identificar. Sin embargo, los temores y preocupaciones son muy reales e impiden muchas veces que las personas se concentren en sus tareas diarias.

Crisis de angustia:

Se caracteriza por miedo intenso y repentino sin desencadenante concreto. Por lo general, las personas que tienen este trastorno desarrollan mucho miedo respecto a cuándo y cómo se producirá su próximo ataque de pánico, y en consecuencia a menudo limitan sus actividades.

Trastorno fóbico:

Se caracteriza por miedo intenso a determinados objetos o situaciones, incluso aparece en forma anticipatoria. Las fobias específicas pueden incluir situaciones como encontrarse con determinados animales o volar en avión, mientras que las fobias sociales incluyen miedo con relación a entornos sociales o lugares públicos.

Trastorno obsesivo-compulsivo (TOC):

Se caracteriza por pensamientos persistentes, intrusivos, incontrolables y no deseados (obsesiones), los cuales producen aprensión, inquietud y preocupación; y por rutinas, rituales y conductas repetitivas (compulsiones), las cuales se realizan para tratar de aliviar el malestar generado por las obsesiones. Ejemplos de compulsiones comunes incluyen lavarse las manos o limpiar la casa en exceso por temor a los gérmenes, o verificar algo una y otra vez para detectar errores.

Trastorno por estrés post-traumático:

Es la reacción ante un acontecimiento vital grave que se revive con recuerdos y pesadillas que conllevan en repercusiones psicológicas. Algunas personas que tienen graves traumas físicos o emocionales, como por ejemplo, los producidos por un desastre natural o un accidente o delito grave pueden experimentar un trastorno de estrés postraumático. Los pensamientos, sentimientos y patrones de conducta se ven seriamente afectados por recuerdos de estos sucesos, a veces durante meses o incluso años después de la experiencia traumática.

Los síntomas como el temor extremo, falta de aire, taquicardia, insomnio, náuseas, temblores y mareos son comunes en los trastornos de ansiedad. Aunque pueden producirse en cualquier momento, los trastornos de ansiedad surgen con frecuencia en la adolescencia o en el inicio de la adultez.

¿Cómo es el tratamiento?

El tratamiento en los trastornos de ansiedad tiene como finalidad reducir los síntomas físicos y psíquicos, prevenir las recaídas y en consecuencia mejorar la calidad de vida. El tratamiento es tanto farmacológico como psicoterapéutico.

Finalmente, si estamos frente a un caso de trastorno de ansiedad lo más importante es acudir al profesional para que realice la evaluación respectiva y así descarte que existan otras enfermedades médicas (como el hipertiroidismo) que puedan causar ansiedad como síntoma.

Nuestros últimos artículos de psiquiatría:

Abrir chat
1
Hola, gracias por comunicarte con Libera😀
¿En qué podemos ayudarte?