En ciertas ocasiones es posible que hayamos percibido a nuestros niños realizando movimientos involuntarios, los cuales, comúnmente, son conocidos como tics; dichos movimientos son esperables y por lo general, suelen desaparecer a través del tiempo. Otras veces, la involuntariedad de estos movimientos puede tornarse más frecuente e intensa, incluso, llegando a aparecer nuevos tics, que reemplazan o están asociados a los ya existentes, en estos casos es posible sospechar de la presencia del Síndrome de Tourette.
¿Qué es el Síndrome de Tourette?
El síndrome de Tourette es un trastorno neurológico caracterizado por movimientos repetitivos, estereotipados e involuntarios, así como la emisión de sonidos vocales llamados tics los cuales suelen variar en frecuencia e intensidad, afectando el desenvolvimiento de las actividades cotidianas de la persona que los presenta.
Los tics pueden clasificarse en simples o complejos:
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Tics Simples: son movimientos repentinos, breves y repetitivos que involucran un pequeño grupo de músculos. Por ejemplo, parpadeo, muecas faciales, sacudir los hombros, chillidos u otros ruidos.
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Tics complejos: son patrones de movimientos específicos que abarcan varios grupos musculares. Por ejemplo, saltos, acciones autolesivas como golpearse o morderse, decir palabras o frases fuera de contexto, etc.
Características
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Se caracteriza por muchos tics motores; por ejemplo, movimientos de cabeza y manos, y tics fónicos, como ruidos, silbidos, etc.
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Los primeros síntomas del síndrome de Tourette se observan, casi siempre, a partir de la niñez, iniciándose generalmente entre los 7 y 10 años de edad.
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Puede presentar verbalización de palabras no aceptadas socialmente; por ejemplo, groserías, obscenidades, blasfemias, etc., es importante recalcar que no se presentan en todos los casos.
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Los movimientos pueden intensificarse cuando la persona se encuentra bajo situaciones estresantes; por ejemplo, en discusiones, exposiciones ante gran cantidad de gente, etc.
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Aunque los síntomas pueden persistir toda la vida, los más severos suelen presentarse durante la pubertad y van disminuyendo hacia la adultez.
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Los tics pueden ir alternándose pues no siempre son los mismos, ya que puede haber movimientos de cabeza que se conviertan en movimientos en las manos.
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Hasta el momento no se conoce una causa para el Síndrome de Tourette; sin embargo, se ha identificado que es hereditario.
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Los síntomas no interrumpen el desarrollo social ni generan algún tipo de impedimento para las personas que lo presentan.
¿Qué pueden hacer los padres?
Los padres cumplen un rol fundamental brindando soporte y apoyo al niño, más aún cuando estos presentan algún tipo de problema, como es el caso del Síndrome de Tourette. En estas circunstancias es importante que los padres:
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Se informen con todo el conocimiento posible sobre el síndrome, incluso si es necesario en temas legales para la defensa de los derechos de sus hijos.
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Busquen ayuda cuando sea necesario y se mantenga en contacto con especialistas.
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Tomen un papel activo en el tratamiento, colaboren con la medicación y asistan a las sesiones de terapia, en caso sea necesario.
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Conversen con ellos, sobre todo si ocurriesen burlas u ofensas por parte de otras personas.
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Compartan información sobre el síndrome a sus familiares y a personas que interactúen con el niño; por ejemplo, compañeros de clase, amigos, etc., para prevenir cualquier tipo de acoso.
Tratamiento
Hasta el momento el Síndrome de Tourette no tiene cura, por lo que el tratamiento se orienta a la disminución de los tics que muchas veces interfieren en el desenvolvimiento de la persona. Para ello, se suelen utilizar fármacos acompañados de un tratamiento psicológico que ayudará en el control de los tics.
Recomendaciones
Si conoce algún familiar o amigo que realiza movimientos involuntarios como los descritos anteriormente y esto llame considerablemente la atención, o si después de revisar el contenido sospecha que alguien conocido cumple con las características anteriormente descritas, es importante sugerirle la posibilidad de atravesar una evaluación médica, en caso sea un niño visitar a un neuropediatra o un psiquiatra infantil, para de esta manera se pueda realizar el tratamiento correspondiente que permita el desenvolvimiento óptimo de sus áreas de vida.

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