Cuando hablamos de fantasear, nos referimos al hecho de imaginar sucesos o historias que no existen en nuestra realidad. Muchas veces se utilizan las fantasías para alejarnos de la tensión que algunas situaciones o ideas nos podrían significar. En este sentido, nos hacen tomar cierta distancia de nuestro contexto y, por ende, de nuestras dificultades y problemas. Empezamos a jugar con escenarios “prohibidos” o alejados de nuestra cotidianidad, pensamos en cómo sería sobrepasar algunos límites y, a partir de ello, nos permitimos vernos en otras dimensiones, a conocernos fuera de nuestra rutina y zona de confort.

Una parte importante de las fantasías adultas se dirigen hacia aspectos sexuales, lo cual nos lleva a preguntarnos: ¿Cuál es la función de estas? A continuación, presentamos algunos beneficios relacionados a las fantasías sexuales.

Mejoran la autoestima:

Al ser creaciones propias, pueden ser adaptadas a gustos y necesidades personales. Así pues, fantasear nos ayuda a sentirnos más seguros de nosotros mismos, resaltando nuestras cualidades y atributos, y dejando atrás las críticas e inseguridades.

Promueven nuestra imaginación y activan nuestra sexualidad:

El permitirse tener fantasías sexuales estimula la creatividad y orienta la motivación hacia el descubrimiento de uno mismo y de la pareja. Nos libera de límites y presiones propias que podríamos estar manteniendo innecesariamente.

Mejora la calidad de las relaciones sexuales:

Se dice que el cerebro es el órgano sexual más potente. El fantasear con aspectos eróticos propicia un aumento en el deseo sexual, así como en la excitación al tener relaciones. Mientras más libertad nos demos para fantasear, más libertad nos daremos para desenvolvernos con comodidad y seguridad en los encuentros sexuales.

“No se pinta con las manos, sino con el cerebro»

Miguel Ángel Buonarroti

Mejoran el estrés y la ansiedad:

Al vernos inmersos en historias que disfrutamos, el fantasear nos brinda un espacio para relajarnos, entretenernos y divertirnos, haciendo así una pausa de las presiones y la rutina.

Nos ayudan a superar dificultades o limitaciones:

Al fantasear manipulamos la realidad, construimos escenarios paralelos en los cuales podemos ver otras versiones o perspectivas de nosotros mismos, dando pie a nuevas formas de sentirnos, de interpretar situaciones y de afrontarlas.

Nos permiten explorarnos y conocernos mejor

Las fantasías sexuales son una gran fuente de información que nos lleva descubrirnos a nosotros mismos, no solo en cuanto a lo que más nos gusta en la intimidad, sino a un nivel más profundo y personal. Nos invitan a dar una mirada a nuestro mundo interior y hacer conscientes algunos aspectos que no teníamos en consideración. Es interesante preguntarnos: ¿Por qué tenemos las fantasías que tenemos? ¿Qué significan? ¿Qué dicen de nosotros y de la vida que llevamos?

“Cuando examino mis métodos de pensamiento, llego a la conclusión de que el don de la fantasía me ha significado más que mi talento para absorber el conocimiento positivo”

Albert Einstein

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