Si hay algo que a los padres nos molesta es que nuestros hijos nos mientan y, sobre todo, que nos sigan mintiendo aunque los hayamos descubierto. Todos los niños mienten en algún momento de su vida, aunque no siempre lo hacen por las mismas razones.

La mentira suele ser una consecuencia de la necesidad que tenemos de ser queridos y aprobados por los demás, por ello michas veces nuestros niños pueden recurrir a la mentira como una forma rápida de satisfacción de esa necesidad.

¿De dónde vienen las mentiras?

A veces los padres, sin desearlo y sin darse cuenta, propician las mentiras utilizándolas con frecuencia dentro y fuera del grupo familiar. Sus hijos copian esa modalidad como algo natural. Las mentiras compulsivas de un niño o niña también pueden ser el síntoma de un secreto familiar que se mantiene oculto y no se quiere develar. Algunas familias esconden por ejemplo, el origen de un hijo, si fue adoptado, o la historia traumática de algún familiar, o la muerte de un hermano.

La existencia de secretos impacta en los chicos aunque ellos no sepan que estos secretos existen. El uso de las mentiras puede ser uno de estos síntomas. También podemos observar la aparición de problemas de conducta, berrinches, enfermedades psicosomáticas, miedos nocturnos, etc.

¿Por qué los hijos mienten?

  • Hacen síntoma de un secreto familiar.

  • Temen el enojo y la ira de sus padres.

  • Para no desilusionarlos.

  • Porque sienten que sus padres no los van a apoyar y a entender si algo no salió como ellos esperaban.

  • Para no recibir un no ante un pedido.

  • Para evitar una corrección.

  • Porque perciben a sus padres como seres frágiles y temen dañarlos con la verdad.

  • Para sentirse valorados y llamar la atención de sus padres y amigos.

  • Para agradar.

  • Porque copian a sus padres cuando en la casa la mentira se utiliza como algo normal y de uso frecuente.

  • Porque sienten que sus padres no los van a entender o apoyar.

  • Porque actúan como niños sobre adaptados ocultando así sus dificultades y necesidades emocionales y físicas.

¿Qué pueden hacer los padres?

  • Develar el secreto. Ser francos. Lo que se guarda en secreto se significa como algo malo y no siempre lo es. La verdad siempre es mejor que la mentira

  • No utilizar la mentira en la familia como un recurso cotidiano.

  • No reaccionar con enojo o violencia ante la mentira.

  • Dialogar con los hijos, sin acusarlos previamente y así poder entender el motivo por el cual recurrieron a la mentira.

  • No presionar a los hijos volcando en ellos las propias expectativas, deseos y frustraciones.

  • Permitir en la familia que sus miembros puedan tener ideas distintas sobre un mismo tema. Respetando las diferencias y propiciando el intercambio.

  • Enseñar la diferencia entre una «mentira piadosa» (por ejemplo: para no herir a otra persona) y una mentira no deseada.

  • Frente a una mentira hablar, explicar y contener en lugar de recurrir al castigo y a la penitencia como primera y única medida.

  • Mostrarles que preferimos la verdad antes que la mentira y así ayudarlos a buscar otras soluciones.

  • Explicarles que aunque a veces nos enojemos siempre los vamos a querer.

A continuación, te presentamos un vídeo que nos explica más acerca de este importante tema.

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