¿La agresividad en sí misma es mala, negativa?

No, la agresividad existe como mecanismo de defensa ante eminentes peligros que puedan amenazar nuestra existencia. Debemos considerarla como una respuesta adaptativa que ha permitido a las especies subsistir.

¿Cuándo se torna un problema?

Se convierte en una dificultad cuando el niño se muestra agresivo sin motivo aparente, sin una amenaza propiamente que pueda atacarlo.

Es importante detallar que en la infancia, son normales los ataques de agresividad. Las conductas agresivas son conductas intencionadas que pueden causar daño, ya sea físico o psíquico.

Conductas como pegar a otros, ofenderlos, burlarse de ellos, tener rabietas o usar palabras inadecuadas para llamar a los demás forman parte de la agresividad infantil. Cuando algunos niños persisten en su conducta agresiva y son incapaces de controlar su fuerte genio, pueden sentirse frustrados causando sufrimiento y el rechazo de los demás.

¿Qué causas internas generan agresividad?

La agresividad no solo está provocada por factores externos, también existen causas internas, esa es la razón por la cual algunos niños, aunque crezcan en entornos hostiles o en familias desestructuradas, no siempre responden con violencia.

Factores orgánicos.

No son pocos los casos de agresividad infantil que sientan sus bases en problemas de índole orgánica, como las alteraciones hormonales o incluso deficiencias nutricionales. También pueden estar implicados factores más complejos, como las alteraciones en algunos de los mecanismos cerebrales, sobre todo en los lóbulos frontales, que son los que regulan el comportamiento. Además, en las personas con tendencia a la agresividad, se han encontrado niveles anormalmente bajos de serotonina, un neurotransmisor implicado en el manejo de las emociones.

Déficit de habilidades sociales.

Las habilidades sociales son las que nos permiten insertarnos en la vida social desde una postura tolerante, flexible y abierta. Sin embargo, todos los niños no son capaces de desarrollar estas habilidades, lo cual puede desencadenar una tendencia a responder de manera agresiva. De hecho, se ha apreciado que la ausencia de estrategias sociales para enfrentar la frustración o el estrés a menudo es una causa de agresión y hostilidad.

¿Cuáles son las causas externas?

Disciplina familiar.

La familia es el primer y más importante grupo social en el que el niño se inserta y en el cual aprende las normas básicas de convivencia. Por tanto, la disciplina que apliquen los padres, juega un papel importante en la expresión de la agresividad. De hecho, se conoce que una educación poco exigente o, por el contrario, demasiado rígida u hostil, fomentan el comportamiento agresivo en el niño.

Modelos de conducta.

Otro factor importantísimo que incide en la expresión de la agresividad son los patrones de conducta que el niño recibe, sobre todo de sus padres. Es lo que se conoce como modelado y se refiere al proceso de imitación de las conductas que el pequeño ve en su entorno. De esta manera, si los padres o demás referentes sociales mantienen una conducta hostil o agresiva, el niño comprenderá que este modelo es adecuado y repetirá esos mismos patrones de respuesta negativos.

Incongruencia educativa.

Otro elemento que influye en la agresividad es la incongruencia educativa. Esa incongruencia se manifiesta cuando los padres desaprueban la actitud hostil pero la castigan con otra conducta hostil o amenazante, o cuando una misma conducta agresiva a veces es castigada y otras veces ignorada. Asimismo, el desacuerdo entre los padres en lo que respecta a las normas educativas, es otra forma de incongruencia que puede promover la agresividad infantil.

¿Cómo controlar la conducta agresiva del niño?

  • Hay que tener cuidado para no devolver su agresividad con otra agresividad.

  • Los niños se relacionan con los demás de la misma forma que lo hacen sus padres. Si ellos mantienen una relación tranquila con los demás, el niño se portará del mismo modo delante de sus amiguitos. Si la relación es más bien hostil, probablemente el niño seguirá ese modelo de comportamiento.

  • Si uno de los padres permite todo y el otro nada, eso confundirá al niño y probablemente se rebelará.

Algunos consejos si tu niño se está mostrando agresivo

Identificar la causa que lo genera:

Si tiene baja autoestima, si no se siente querido, si se siente príncipe destronado. Por tanto ayudarle a solucionar su problema permitirá que su conducta cambie.

Crear un clima familiar

De confianza para que pueda expresar sus emociones. Debemos explicarle que es normal enfadarse o sentirse enojado pero la respuesta no es pegar, sino que puede decirnos cómo se siente y descargar así sus emociones.

La intervención temprana

Es mucho más efectiva. No esperes a que el niño empiece a mostrar un comportamiento más agresivo. Intervén tan pronto observes que el niño se siente frustrado o que se está alterando.

Generar oportunidades

De obtener éxito en su día a día: felicitarle por hacer bien la cama, por recoger su plato de la cena, por haberse vestido solo o incluso por haber sabido contenido en un momento determinado y no haber recurrido a una conducta agresiva

Ser un ejemplo para el niño

Nuestra actitud no debe ser agresiva, si nos ven gritar, perder la paciencia o dar portazos, no debemos sorprendernos si ellos se muestran agresivos. Debemos ser congruentes y ser un modelo de conducta para ellos.

Si la violencia es hacia nosotros,

El niño ha explotado, grita insulta e incluso quiere agredirnos, lo mejor es mejor alejarse. Está en plena explosión emocional y no se puede razonar.

Si el comportamiento violento es hacia el hermano

U otros niños debemos frenarlo con firmeza. No debemos esperar a que vuelva a pegar. Es preferible apartarle del niño y mandarle a su habitación a reflexionar o apartarlo de los otros niños explicándole que podrá volver a jugar cuando esté listo para hacerlo sin hacer daño.

Hay que hacerle comprender

Después que su conducta no fue la adecuada e incluso realizar algún castigo privativo o educativo y, por supuesto, debe pedir perdón a la persona que  hizo daño

Evitar

Que vea excesiva televisión, que tenga acceso a videojuegos de contenido violento y sí favorecer que haga ejercicio y canalice su energía

En caso de que hayas puesto en práctica todo esto y nada funcione,

Conviene que acudas a un terapeuta infantil para que pueda encontrar la causa y canalizar sus emociones. Recuerda que los niños son agresivos porque aprenden a ser agresivos, también pueden aprender a dejar de serlo.

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