Comúnmente se dice que los hombres siempre tiene ganas de tener sexo, esta creencia incluso puede llevar a discusiones y peleas, tanto al asumir que un esposo no será capaz de controlar sus deseos y podría llegar a ser infiel fácilmente; o por otro lado, en caso la pareja masculina no tenga ganas de tener intimidad mientras que la mujer sí, ello podría llevar a otro tipo de interpretaciones, como que ya no se siente atraído por la pareja o incluso que está teniendo una segunda relación.

Pero, ¿qué tan cierto es este dicho popular? La sexóloga Sarah Hunter, luego de realizar 200 entrevistas a hombres heterosexuales de entre 18 y 65 años que se encontraban casados o con pareja estable, concluyó que se trata de un mito: Los hombres no siempre tienen deseos de tener sexo. Los siguientes aspectos podrían jugar una influencia importante en el deseo sexual de los hombres:

Dinámica de las relaciones / Conexión emocional:

El estudio mostró que muchos hombres requieren de una conexión emocional para querer tener relaciones con una pareja; así como también concluyó que los hombres, al igual que las mujeres, quieren sentirse deseados sexualmente por su pareja,  y que esto podría generar un aumento o una disminución en el deseo sexual, por lo que, en una relación en la que se asuma que no es necesario tomar ninguna iniciativa para despertar el deseo de su pareja, es más probable que el apetito sexual del otro disminuya.

Estrés y cansancio:

El pasar por etapas demandantes puede ser causa de estrés tanto para hombres como mujeres, lo cual fácilmente podría llevar al agotamiento y, por consecuencia, a realizar un cambio de prioridades, lo que generaría que, progresivamente, algunas otras actividades cobren un rol protagónico antes que el sexo, como por ejemplo dormir bien tras un día ajetreado o terminar un trabajo pendiente.

Ansiedad ante el rechazo:

Existen diversas preocupaciones que podrían llegar a ser de gran importancia para algunos hombres, como, por ejemplo, el temor al rechazo de la pareja, lo cual podría generar que, en vez de relacionar el sexo con disfrute, se relacione con la ansiedad, llevando a que los deseos sexuales disminuyan.

Edad:

En cuanto más años tengan, el deseo sexual en los hombres decrece. Esto sucede debido a la disminución de los niveles de testosterona alrededor de los 50 años. La testosterona, además de tener una función importante en la producción de espermatozoides en los hombres, se encarga de estimular y mantener la función sexual masculina.

«La sexóloga Sarah Hunter, luego de realizar 200 entrevistas a hombres heterosexuales de entre 18 y 65 años que se encontraban casados o con pareja estable, concluyó que se trata de un mito: Los hombres no siempre tienen deseos de tener sexo.»

Entonces, ¿qué pudo haber hecho que este mito se genere? Los hombres y las mujeres tienen, de manera natural, el mismo deseo sexual, sin embargo, debido a factores sociales y culturales, los hombres tienen más “permitido” el contacto con el erotismo y con estímulos sexuales, como se ve en la publicidad, por ejemplo, en el caso del marketing de las bebidas alcohólicas. De esta manera, la sociedad da más libertad a los hombres de aceptar y expresar su deseo sexual sin ser juzgados.

En caso existan dificultades relacionadas con una falta de deseo sexual, los siguientes consejos podrían ser útiles:

  • Fomentar la comunicación con la pareja, sobre todo en cuanto a aspectos sexuales, dejando de lado tabúes y prejuicios.
  • Aumentar la atención y el tiempo al juego previo.
  • No volver al encuentro sexual una tarea, sino buscar reencontrar la motivación, rompiendo la monotonía a través del erotismo, por ejemplo, mediante las fantasías sexuales.
  • Realizar cambios en la rutina diaria que permitan disminuir el estrés y las preocupaciones.
  • Practicar técnicas de relajación y respiración que ayuden a fomentar un mayor contacto con el cuerpo.
  • Acudir a un proceso de psicoterapia para, mediante el autoconocimiento, llegar a una conceptualización objetiva de la situación, encontrando las causas y desarrollando herramientas para lograr el cambio deseado.

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