Muchos jóvenes cuando terminan la etapa escolar se encuentran con la pregunta ¿Y ahora, qué estudio? , probablemente ya tengan alguna carrera en mente sin embargo, por desconocimiento, sienten que pueden no estar tomando la decisión correcta. Esto se da de manera muy frecuente y puede que terminen cometiendo muchos de los siguientes errores:

  • Elegir una carrera por influencia de familiares o conocidos

No tiene de nada malo escuchar recomendaciones de personas cercanas; por el contrario, esas personas pueden ser un gran apoyo a lo largo de este proceso, sin embargo, hay que tener en cuenta que una carrera profesional requiere de muchos años de dedicación y si el adolescente o joven no toma la decisión por su propia cuenta es probable que deserte o que tenga una gran insatisfacción a lo largo de sus estudios.

  • No averiguar sobre la profesión

¿Cómo escoger algo que no conozco? Algunas profesiones son muy y puede parecer que ya sabemos lo necesario, sin embargo, al investigar un poco más sobre la profesión podremos saber que cursos incluyen, que especialidades existen o incluso plantearnos donde podríamos desenvolvernos laboralmente mas adelante.

  • Elegir por no alejarse de los amigos

Al terminar la secundaria es muy común no querer romper los lazos de amistad que se han formado en la etapa escolar, pero esta no siempre es una buena razón para estudiar lo mismo que ese amigo/a del que no queremos separarnos, ya que cada uno tiene gustos, cualidades, capacidades, y recursos diferentes, por lo que es recomendable potenciar y utilizar nuestras propias habilidades para una elección adecuada y satisfactoria.

  • Dejarse llevar por el sueldo

El dinero siempre será tentador, sobre todo cuando se necesita con urgencia o cuando se está acostumbrado a ciertas comodidades, sin embargo, seguir una carrera llevados por el dinero que aspiramos ganar a la larga puede ser más frustrante y cansado que aquellas carreras que elegimos por vocación.

  • No tomar en cuenta nuestras fortalezas y debilidades

Este es el error más común en el que se suele caer ya que muchas veces no somos conscientes de los recursos internos que poseemos y dejamos pasar la carrera que me permita potenciar estas habilidades y superar mis debilidades.

¿Cómo evito estos errores?

Podemos tomar en cuenta los siguientes puntos:
  • La vocación cumple un papel principal en la decisión, puesto que para hacer algo bien debemos tener una motivación interna lo suficientemente fuerte que nos permita disfrutar de aquello en lo que invertimos gran parte de nuestra vida.

  • Las capacidades, habilidades, gustos, preferencias y debilidades deben ir acorde con las exigencias de la carrera que elijamos, por lo que obtener información sobre cada carrera es un paso que no podemos obviar.

  • Se debe considerar también los recursos económicos con los que contamos y los que demandan la carrera elegida, y buscar distintas universidades que se acomoden a nuestras posibilidades.

  • Analizar muy detalladamente si es que nuestra personalidad contribuirá a un buen desenvolvimiento en nuestra carrera, ya que hay características personales que se adecuan mejor a determinadas carreras y a otras no.

Conclusión

La orientación vocacional puede servirnos de guía, lo que se busca es conocer cuáles son las aptitudes del adolescente para potenciarlas y pueda tener un mejor rendimiento en su vida académica, previniendo decisiones que posiblemente termine en deserción y frustración en su formación. Hay que recordar que debemos analizar la información  en conjunto, relacionando factores tanto internos como externos  para facilitar la decisión, que al fin y al cabo, es netamente personal.

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