Conservar un matrimonio a veces es muy difícil, pero proteger a los hijos después de un divorcio puede ser aún más complicado.
Este proceso va a depender de cómo lleven los padres el proceso de separación, y esto está ligado a varios factores que lo acompañan, por ejemplo:
El motivo de la separación
En algunas ocasiones el divorcio es producto de maltrato, episodios hirientes y un desgaste tanto físico como emocional constante.
En otros casos, es un acuerdo mutuo de la pareja, el cual puede darse de manera cordial y amistosa.
Los efectos del divorcio
Los efectos del divorcio varían según la edad y el rol que los hijos asumen, por contextos parentales, en el proceso de separación. Veámoslo en mayor detalle:
La edad de los niños
En un grupo de 3 a 5 años, por ser más pequeños, es frecuente que esperen la reconciliación de sus padres por varios años, experimentar sensación de abandono, sentir culpa, conductas regresivas como chuparse el dedo, mojar la cama nuevamente, hablar como bebés, etc. Así mismo, se presenta mucho temor a ser abandonados u olvidados.
De otro lado, en un grupo de 6 a 12 años, los niños experimentan el dolor, pero no se explican del todo por qué sus padres han decidido separarse. Por lo general, expresan mucha confusión y ello se traduce en enojo, cólera o conductas rebeldes hacia los propios padres o en el entorno educativo.
Finalmente, en adolescentes también se aprecia un impacto ante el divorcio; experimentando miedo, culpa y dudas sobre iniciar o mantener una propia relación de pareja. Presentan síntomas como tristeza, ira, desconsuelo, incertidumbre por lo que pueda pasar.
El rol de los hijos
Muchas veces, durante el proceso de divorcio los hijos son meros espectadores, es decir su participación se mantiene pasiva durante este proceso.
Sin embargo, en ocasiones ellos también pueden ser tomados como herramientas de las disputas, el chantaje y las amenazas entre sus padres, lo cual se conoce como Alienación Parental. En donde uno de los padres intenta manipular el cariño y afecto que el niño tiene hacia su otro progenitor, generando disputa y un ambiente de competencia, que daña emocionalmente a su hijo.
¿Todos los hijos de padres separados tienen problemas emocionales?
En algunos casos, los niños que viven en hogares rotos o con padres divorciados son más propensos a desarrollar problemas personales y de conducta, sobre todo cuando el clima que se vive en casa es tenso, generador de culpas, existen peleas diarias, etc.
No obstante, hay una variabilidad muy grande entre niños y en la forma de afrontar la situación que tiene cada uno. Siendo así, es importante señalar que existen factores resilientes y características de personalidad que ayudan a que el niño enfrente la situación sin verse necesariamente afectado.
Recomendaciones
Si estás en proceso de terminar tu relación y tienes hijos, lo más recomendable será buscar ayuda profesional con el fin de ayudar a los pequeños a enfrentar este cambio, que suele ser muy doloroso para toda la familia.
https://youtu.be/dp3dVJhU-q4
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