Existen innumerables artículos, podcasts, videos y archivos hechos por muchos psicólogos sobre los efectos psicológicos negativos de la pandemia, no solo para los adultos sino también para los niños. Y sí, lo cierto es que esta cuarentena ha generado niveles de estrés y de angustia nunca antes experimentados por muchos, la incertidumbre y el cambio de rutina ha tenido sus efectos, pero ¿será que todo es así de malo?

Pensemos en los niños, y en sus necesidades. Una de las cosas que más apuntala la crianza de un pequeño o pequeña es el vínculo con sus padres, el cual se fortalece y nutre de esfuerzos y tiempo; un tiempo que por todos estos años ha sido escaso y a cuenta gotas producto de la rutina laboral y ajetreada de todos como padres. Revisemos el siguiente artículo que nos muestra cómo mejorar la convivencia familiar durante la cuarentena ¿Cómo mejorar la convivencia familiar durante la cuarentena?

En el Perú, a la fecha, se han cumplido más de 100 días de cuarentena, tiempo en el que la mayoría de los padres ha estado 100% con sus hijos en casa. Por supuesto esto ha generado innumerables cambios y reacciones emocionales tanto en los grandes, como en los chicos; pero también ha brindado una excelente oportunidad para recuperar ese tiempo que antes se reducía a una o dos horas por las noches, a convertirse en días, semanas y meses completos de interacción.

Durante las sesiones, los papás comentan varias situaciones que están viendo en sus hijos a lo largo de estos 100 días y ello permite preguntarnos:

¿Cuáles han sido los beneficios de esta cuarentena para los chicos?

Tiempo con los papis:

Como lo mencionamos líneas arriba, han podido disfrutar a sus padres en jornadas completas, sin que ellos tengan que salir al trabajo, reuniones, eventos sociales, entre otros. Esto sin duda, ha estrechado el vínculo familiar y mejorado sus diversas áreas: comunicación, comprensión, escucha, juego, entre otros.

Ver a padres de una manera más humana:

Esta cuarentena nos ha confrontado a todos con nuestra condición cambiante y dinámica, es decir, con altibajos emocionales casi a diario, nos ha obligado a bajar nuestras defensas y mostrarnos más sensibles, expresivos y reales. Nuestros hijos han tenido esta maravillosa oportunidad de vernos así, cambiantes, más allá del “terno y el sastre”.

El vaivén emocional como oportunidad:

En línea con lo anterior, al ver estos ánimos cambiantes no solo en nosotros como padres, sino en ellos mismos, está sentando las bases para que puedan regular sus afectos, en compañía de nosotros, que desde nuestra posición de imperfección estamos haciendo lo mejor que podemos, juntos, como equipo.

Lidiar con el aburrimiento como vía para la curiosidad:

El estar tanto tiempo en casa, sin colegio ni parques ni espacios de recreación habituales, ha hecho que muchos chicos se aburran. Si bien esto genera frustración, el aburrimiento es necesario para promover la creatividad y la posibilidad de innovar en sus espacios lúdicos.

Conocer otra forma de relacionarse y de aprender:

El colegio en casa ha hecho que todos los pequeños encuentren que hay maneras diferentes de hacer lo que conocían de un modo único. Están encontrando que hay nuevas maneras de aprender y de estar con sus amigos, esto está ampliando sus miradas y sus perspectivas para siempre. En caso estén teniendo alguna dificultad para llevar las clases virtuales con los chicos, pueden revisar este artículo ¿Cómo ayudar a mis hijos con sus clases virtuales?

En definitiva, hay muchas más situaciones que han venido cambiando por la cuarentena, para los más pequeños de la casa y para los grandes también. Los efectos duros e incómodos de ésta son ampliamente conocidos por todos, pero es válido que pensemos en que toda crisis también resulta una oportunidad, y la oportunidad siempre es la puerta del cambio.

María Claudia Gee

Psicóloga de Libera

C.Ps.P. 26545

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