Mucho se ha hablado en psicología sobre las buenas relaciones entre personas y cómo esto tiene relación con nuestro estado de ánimo y bienestar en general. Sin embargo, hay muchas personas que consideran que el espacio laboral se debe circunscribir únicamente a ello: a trabajar; sin darle mayor énfasis al lado humano del trabajo.

A las sesiones psicológicas llegan personas de diversos rubros, y que ocupan distintos cargos también, muchas veces líderes de equipos, o dueños de empresas, quienes –a veces, por supuesto- muestran ciertas dificultades para distraerse, liberar tensiones, fluir de una manera más ‘tranquila’ y no tan rígida y ‘pegada a la norma’. Para profundizar al respecto de la adicción al trabajo pueden revisar este artículo Adicción al trabajo. Cuando exploramos en sesión al respecto, surgen varios temas relacionados al miedo de ‘dejarse ser’, pensando que pueden descontrolarse o hasta volverse locos, en el sentido estricto de la palabra.

Siendo así –nuevamente, solo algunos- líderes de equipo, es comprensible que les cueste mirar con gracia a su propio grupo de trabajadores siendo espontáneos, conversadores, libres, etc., o quizá, inhibiendo más bien la expresión genuina y libre de cada quien. Si eres un líder de equipo, podrías revisar este artículo que hemos preparado para incrementar el liderazgo en el entorno laboral ¿Cómo puedo incrementar mi liderazgo dentro de mi empresa?

Ahora bien, ¿Es realmente importante trabajar en nuestras relaciones interpersonales en el espacio laboral?

Partamos del principio de que somos seres sociales, además de que es muy difícil que un ser humano mantenga su atención en una actividad por muchas horas, sin tener espacios de distracción. Recordemos, además, que venimos de un vínculo y vamos hacia él. Estamos acostumbrados a estar rodeados de personas, más allá de nuestras personalidades, si somos extrovertidos o no, las relaciones interpersonales son una necesidad humana.

Por tanto, veamos algunos beneficios de tener contacto humano con otros en el entorno laboral:

  • Poder organizar mejores trabajos en equipo, en donde no solo se trate de ‘cumplir tareas’ sino de hacerlas bien, con gusto y con un buen ánimo. Dicha energía solo la proveen las buenas relaciones, con lo cual mantenerlas puede ser provechoso para el trabajo en equipo
  • Cuando las labores se pongan tensas, tener un grupo de amigos puede ayudar a drenar dicha tensión y formar un grupo de apoyo para esos momentos. Recordemos que conversar con otro puede ser una buena manera para desahogar y así retornar a nuestras actividades más libres.
  • Compartir espacios en el refrigerio o entre horas puede ayudar a que la distracción se fortalezca para el trabajo. Muy contrario a lo que se piensa, el ser humano necesita desconectarse y desenfocarse un momentito de la actividad que le genera tensión, para luego reconectar con ella con un mejor ánimo que le permita continuar.
  • En caso alguien del equipo esté pasando por un mal momento, poder contar con un grupo no solo favorecerá la liberación de lo que siente, sino también le permitirá sentirse más ligero para retornar a la ocupación.

Como vemos, los beneficios de las relaciones saludables en un trabajo son fundamentales para mejorar nuestro rendimiento y bienestar. Con ello, no queremos señalar que todos deberían tener muchísimos amigos, recordemos que con que exista una o dos personas será suficiente para compartir, crecer y drenar.

María Claudia Gee

Psicóloga de Libera

C.Ps.P. 26545

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