La carencia afectiva es una situación de falta de cuidados, atención, apego y protección por parte de los padres o el cuidador habitual del niño. Este problema puede estar causado por el abandono y el maltrato, aunque también se puede apreciar en padres emocionalmente ausentes o distantes que no les dedican tiempo de calidad a sus hijos, afectando negativamente a su desarrollo.

¿Qué necesidades afectivas tiene un niño?

A lo largo de los primeros meses y años, el bebé humano requiere caricias, abrazos, besos y palabras cariñosas que estimulan su crecimiento, desarrollo y maduración cerebral. Sin este calor afectivo, sin este apego materno-filial, el desarrollo neuronal no se completa adecuadamente.

Entonces no es suficiente con alimentar al bebé para que crezca sano, hay que transmitirle afecto y cariño, hacerle sentir que es amado para que se desarrolle adecuadamente no solo en el plano afectivo, si no también físico y mental.

¿Qué sucede con ello actualmente?

En la sociedad actual en la que vivimos, inmersos en una actividad frenética y con horarios laborales poco adecuados para la conciliación familiar, son muchos los niños que viven faltos de afecto, de cariño y de las relaciones afectivas necesarias para su correcto desarrollo.

¿Qué situaciones provocan carencias a nivel afectivo?

No es necesario que el niño sea objeto de causas extremas como el maltrato, negligencia, abandono, largas hospitalizaciones, separaciones o divorcios traumáticos, para verse en una situación de carencia afectiva más o menos grave.  Unos cuidados de poca calidad contribuyen de manera significativa al deterioro del desarrollo del niño.

Niños que pasan horas y horas frente a la pantalla del televisor o del ordenador no están disfrutando del afecto o de las interacciones de sociales o intelectuales que les corresponden a su edad.

Esta tendencia de dejar a los niños con la niñera virtual durante largas horas crea un estilo de crianza impersonal, orientando a los niños hacia la tecnología y abandonando el factor humano.

¿Qué signos puedo encontrar en mi hijo/a para saber si presenta carencias emocionales?

Los niños que no se sienten queridos por sus padres, con un ambiente frío, hostil, agresivo o  negligente pueden acabar desarrollando trastornos psicológicos más o menos graves.

Las consecuencias de las carencias afectivas  sufridas durante los primeros años de vida son, con frecuencia, irremediables.

Algunos de estos síntomas son:

  • Problemas con el control de los impulsos, con cambios bruscos de conducta y respuestas agresivas.
  • Desconfianza generalizada.
  • Deficiente desarrollo del lenguaje y habilidades sociales.
  • Déficit de atención.
  • Trastornos de ansiedad.
  • Dificultades para expresar sentimientos y problemas para modularlos.

Todos estos síntomas pueden llegar a hasta la edad adulta encontrándonos con personas egocéntricas, con escasas habilidades sociales y dependientes emocionalmente.

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