Cuando nuestros hijos(as) llegan a la adolescencia experimentan muchos cambios tanto físicos, hormonales, psicológicos y sociales. Con esta transición empieza el interés romántico por los otros, la idea de salir con la persona que les gusta se vuelve muy emocionante y se vive con intensidad. Es así como, tarde o temprano comienzan a recorrer el mundo de las citas y de las relaciones de enamorados. Para muchos padres lidiar con esta etapa no resulta una tarea fácil y muchas veces la forma en que buscamos aproximarnos al tema no es la más adecuada, por lo que las/los chicos(as) prefieren evitar el tema con la familia y buscan orientación o consejos en los amigos o en internet, lo que puede llevarlos a vivir sus relaciones de una manera inadecuada o poco saludable.
Una relación violenta en la adolescencia tiene todas las variables para ser invisible, pues a la edad y a la falta de experiencia, se le suma la ilusión del amor romántico, que todo lo supera y perdona, dificultando la capacidad para reconocer la situación y contarla o buscar ayuda en sus redes de apoyo que se han visto pérdidas producto de la dinámica de la relación. Debido a ello puede ser difícil para los padres identificar si sus hijos(as) están atravesando por una relación violenta o tóxica.
La violencia de pareja es cualquier manifestación de abuso de poder o dominación, sea física o psicológica, y pueden sufrirla hombres y mujeres. Lamentablemente, las ilusiones, la inexperiencia, la información inadecuada y las inseguridades llevan a muchos chicos(as) a aceptar y normalizar conductas y actitudes como ser controlados, agredidos o minimizados por sus parejas.
Señales de violencia
Muchas de las señales pueden pasar desapercibidas o ser normalizadas, por ello es importante detectarlas para poder intervenir a tiempo. A continuación, te mencionamos cuáles son:
Para los padres:
- Si notas que tu hijo(a) empieza a evitar amistades, se aleja de la familia, restringe sus actividades y solo quiere estar con su pareja.
- Si observas heridas o moretones que tu hijo(a) no sabe cómo explicar.
- Si abandona sus anhelos y sueños sin una explicación y solo quiere hacer lo mismo que hace su enamorado(a).
- Si recibe mensajes permanentes de su pareja preguntando dónde y con quién está y hace cosas para demostrar que está diciendo la verdad.
- Si comenta que va a cerrar o cambiar su perfil de sus redes sociales porque su pareja se molesta o se lo pidió.
- Si su forma de ser ha cambiado, ya no se viste de la misma manera, deja de usar prendas que solían gustarle, deja de arreglarse y tiene alteraciones en su peso. Así como, si ha dejado de hacer sus pasatiempos favoritos y está angustiado(a), irritable o triste.
- Si notas que empieza a ocultar cosas y no cuenta demasiado sobre la relación; si se encierra en sí mismo(a) y no quiera hablar de lo que le pasa.
Para los/las adolescentes:
- Te critica o pretende que cambies tu forma de vestir, arreglarte o de ser.
- Revisa tu celular y quiere saber con quién hablas, dónde y con quién estas.
- Te pide la contraseña de tus redes sociales o celular como “muestra de amor”.
- Te toca sin tu consentimiento o te presione para tener relaciones sexuales.
- Te dice que no pasan tiempo juntos e intenta que pases menos tiempo con tus amigos o familia.
- Te hace sentir menos, te ignora o humilla cuando están solos o en grupo.
- Es una persona amable y respetuosa con los otros, pero es diferente contigo.
- Te prohíbe actividades como estudiar, trabajar, salir, ver a familiares o amigos.
- Se pone celoso(a) de las personas que te rodean.
- No le gusta que salgas con tus amigos y si lo haces todo el tiempo te llama.
- Te amenaza con dejarte si no cambias, o con suicidarse si lo/la dejas.
- Tiene arranques de ira sin causa aparente y puede ser explosivo(a).
- Hace acusaciones falsas sobre ti.
- Tiene cambios de humor frecuentes o es inestable en la relación. A veces quiere estar contigo y otras ya no.
- Te pellizca, jala el pelo, empuja, cachetea y dice que es broma o un juego.
- Culpa a los demás por su conducta o te dice que tú sacas lo peor de él/ella.
Estas señales advierten que la relación está siendo posesiva y dominante, y puede ser el inicio del “ciclo de la violencia”, donde pasan del maltrato a la reconciliación, luego al encanto y otra vez al maltrato. Si quieres saber sobre ello, te invito a leer el siguiente artículo: El ciclo de la violencia de pareja
Recomendaciones para ayudar a nuestros(as) hijos(as)
Los adolescentes que viven relaciones violentas, por lo general tienen miedo de pedir ayuda o no se sienten en confianza para hablar de lo que les sucede, por ello es importante que como padres estemos siempre alertas para prevenir o para intervenir si encontramos señales de riesgo. Te compartimos algunas recomendaciones para ayudar a los chicos(as):
- Generar una relación de confianza a través de la comunicación constante, así será más fácil que nos cuenten sus problemas e inquietudes. Descubre más del tema en el siguiente artículo: ¿Cómo entablar una buena comunicación con mis hijos adolescentes?
- Hablar sobre sexualidad y las relaciones saludables tempranamente y según la etapa de desarrollo en la que nuestros(as) hijos(as) se encuentren, así estarán más orientados sobre que pueden y que no permitir o hacer en una relación.
- Ser modelos positivos sobre lo que es una relación de pareja sana y amorosa.
- Propiciar un ambiente de amor y confianza entre padres e hijos(as). Si tenemos un vínculo saludable, ello también puede conducirlos a llevar relaciones de pareja sanas.
- Buscar el diálogo sin juzgar ni presionar.
- Apoyar, acompañar, escuchar y no tratar de minimizar lo sucedido, ya que antes de terminar una relación de este tipo, los(as) chicos(as) pueden tener sentimientos de culpa, miedo y sentirse incapaces de dar el primer paso.
- Derribar los mitos sobre al amor y enseñarles que los celos no son señales de amor, que no existe una pareja ideal o predestinada y que no existen los príncipes azules ni las princesas.
- Fomentar en ellos el amor propio, a través de nuestro afecto y cuidado.
- Buscar apoyo profesional es una opción recomendable cuando sentimos que la situación nos sobrepasa o si notamos que nuestros(as) hijos(as) se encuentran muy afectados.
Xiomi Sanchez
Psicóloga de Libera
C.Ps.P. 37715
Nuestros últimos artículos de psicología:
¿Qué es el Síndrome del Impostor?
El síndrome del impostor es un fenómeno psicológico en el que las personas, a pesar de sus logros y éxitos, sienten que no...
¿Qué es la impulsividad y cómo podemos observarla en la vida diaria?
Definición de impulsividad La impulsividad es un rasgo de la personalidad que se caracteriza por la tendencia a actuar de manera...
¿Cuál es el tratamiento de la agorafobia?
La agorafobia es un trastorno de ansiedad caracterizado por el miedo intenso a estar en lugares o situaciones de los que escapar...
¿Por Qué un Niño se Porta Mal en el Colegio y en Casa No?
Es común que algunos padres se sorprendan al escuchar de los maestros que su hijo se comporta de manera problemática en el...
Mi Hijo Miente Mucho: ¿Qué Puedo Hacer?
La preocupación de un padre al descubrir que su hijo miente con frecuencia es completamente natural. Mentir puede parecer un...
¿Cómo Trabajar la Frustración en los Niños?
La frustración es una emoción natural que todos experimentamos, incluyendo los niños. Sin embargo, para ellos puede ser...