¿Sabías que 1 de cada 3 mujeres en el mundo han sufrido de violencia por parte de su pareja? Son datos que nos ofrece la Organización Mundial de la Salud. En el caso de nuestro país, según resultados de la Encuesta Demográfica y de Salud Familiar (ENDES), para el primer trimestre del año 2017 el 65.9% de las mujeres peruanas entre 15 y 49 años habían sufrido de alguna forma de violencia por parte de su actual o última pareja, y peor aún, menos de la mitad habían buscado ayuda.

Considerando estos números y teniendo en cuenta que todo tipo de violencia va en detrimento de la salud física y mental de la víctima, te ofrecemos un artículo que nos informa sobre el tema.

Tipos de violencia de pareja

Para cortar con este ciclo de violencia, en primer lugar, es importante identificar que hay un problema o que se sufre de este tipo de violencia. Por lo tanto, necesitas saber que hay al menos tres tipos de violencia de pareja, definidas por el INEI de la siguiente manera:

  • Violencia psicológica y/o verbal: “es la agresión a través de palabras, injurias, calumnias, gritos, insultos, desprecios, burlas, ironías, situaciones de control, humillaciones, amenazas y otras acciones para minar la autoestima de la mujer”. Las víctimas van hacia alrededor del 61.9% de las mujeres peruanas para el primer trimestre del 2017.

  • Violencia física: “implica el uso de la fuerza para dañar con todo tipo de acciones como empujones, jaloneos, pellizcos, rasguños, golpes, bofetadas, patadas y aislamiento”. Al menos el 31.4% de las mujeres peruanas eran víctimas de este tipo de violencia para ese momento.

  • Violencia sexual: “es el acto de coacción hacia una persona a fin de que realice actos sexuales que ella no aprueba o la obliga a tener relaciones sexuales”. El porcentaje de víctimas es alrededor del 6.3%.

Creencias que sostienen la violencia hacia la pareja

El Observatorio Nacional de la Violencia Contra las Mujeres y los Integrantes del Grupo Familiar, tomando como base lo expuesto por la Organización Mundial de la Salud, identifica al menos 8 creencias que sostienen y validan este tipo de violencia:

  • El hombre es socialmente superior a la mujer y por ende tiene derecho a ejercer dominio sobre ella.

  • El hombre tiene derecho a castigar físicamente a la mujer por un mal comportamiento.

  • La violencia física como forma aceptable de resolver conflictos de pareja.

  • Las relaciones sexuales como derecho marital del hombre.

  • La mujer debe tolerar la violencia para mantener unida a su familia.

  • La creencia que en algunas ocasiones una mujer se merece un golpe (por ej. “eso le pasa por haber salido con sus amigas sin permiso de su esposo o por haberle sido infiel).

  • La actividad sexual (incluso la violación) como indicador de masculinidad.

  • Las mujeres son responsables de controlar los deseos sexuales de los hombres (por ej. “eso le pasa por andar mostrando todo con esa ropa”).

Por lo tanto, se trata de una problemática de índole social e incluso cultural, que trasciende de generación en generación, por lo que otro paso para cortar este ciclo es invitar a cuestionamiento las creencias antes mencionadas.

El Ciclo de la Violencia

Una vez entendidos los tipos de violencia de pareja y la influencia de las creencias como factores sociales y culturales que originan y mantienen esta problemática, ahora debemos mirar más de cerca lo que pasa dentro de una relación de pareja frente a esta situación. Es importante destacar que si bien se hace énfasis en las mujeres, no quiere decir que los hombres estén exentos de ser víctimas de este tipo de violencia.

Muchas veces la violencia que se observa en una pareja no es algo continuo, sino que se trata de un ciclo entre buenos y malos momentos, lo cual hace difícil para la víctima cortar con la relación. La psicóloga Leonore Walker propuso tres fases del ciclo de violencia, descritas de la siguiente manera:

Fase de acumulación de tensión:

Se manifiestan los roces, desacuerdos y el maltrato psicológico por parte del victimario. El agresor busca ejercer dominio, mientras que la víctima va modificando su conducta para calmar la situación, actúa en función de evitar problemas con su pareja o niega que el problema esté pasando ya que lo percibe inicialmente como eventos aislados o que cree que hizo algo para merecerlo.

Fase de explosión:

Son evidentes los maltratos psicológicos, físicos y/o sexuales, y, en el mejor de los casos, conlleva a que la víctima lo comunique a algún familiar, amigo o autoridad pidiendo ayuda. Es la etapa más breve del ciclo.

Fase de luna de miel:

El agresor muestra su arrepentimiento, realiza promesas, intenta compensar el daño y la pareja se reconcilia. Parece como si todo fuese maravilloso o como al inicio de la relación. Después de esta fase de calma, nuevamente se repite el ciclo de violencia.

Recomendaciones:

Lo lamentable, es que este ciclo de violencia y la situación de maltrato constante hacen que la víctima desarrolle lo que los psicólogos llamados “indefensión aprendida”, la cual consiste en la percepción que hagamos lo que hagamos, no podremos salir de nuestra situación. Sin embargo, es importante comprender que tú puedes tener el control de la situación y decidir romper con este ciclo.

Por lo tanto, te invitamos a pedir ayuda de algún familiar, amigo, ente del estado y/o profesionales de la salud, que te acompañen a salir de este ciclo.

Como dice la frase de Stephen Chbosky, “aceptamos el amor que creemos merecer”. No olvides que tú mereces ser feliz, y que mereces estar con alguien que te acompañe a serlo.

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