Dicen que no hay peores secuelas que las que deja tras de sí una guerra, que éstas son indestructibles y, a veces, incluso inmortales, pero las de un abuso sexual pueden ser, y son en ocasiones, equiparables a éstas.

El abuso sexual: un problema mundial que aún no acaba

Por desgracia y por mucho que cueste aceptarlo, los abusos sexuales infantiles son mucho más frecuentes de lo que nos gustaría pensar y suceden en todo tipo de entornos y situaciones sociales. Los niños son vulnerables e inocentes y por lo tanto no pueden defenderse, es más ni siquiera comprenden lo que les puede estar sucediendo.

Cuando se revelan este tipo de cosas, suelen ser varios años después del suceso, cuando la víctima ya es adulta, y hasta cierto punto es capaz de comprender lo que le ha sucedido, sin embargo, a pesar de eso, en muchas ocasiones no es capaz de exteriorizarlo y hablar de ello con sus seres queridos, (por culpa o vergüenza), ya que las secuelas de aquellos sucesos suelen acumularse y quedar como un terrible peso sobre los hombros de la víctima.

¿Qué influye en la aparición de síntomas como secuelas del abuso sexual?

Los efectos dependerán de la intensidad y duración, de la edad de la víctima y solidez de su estructura psíquica, del valor asignado al agresor y también de otros sucesos importantes que hayan podido fortalecer o debilitar a la persona posteriormente.

Secuelas en la sexualidad en personas adultas víctimas de abuso sexual

En cuanto a las secuelas que puede tener el abuso en los adultos, se dan varias situaciones posibles: sentimientos de culpa, baja autoestima y rechazo hacia su propio cuerpo, ansiedad, aislamiento o falta de confianza en los demás, inestabilidad emocional, problemas de pareja -posturas sumisas y nada defensivas de sus derechos o posturas exageradas y superexigentes-, flasback -imágenes del pasado asaltan de forma involuntaria o en forma de sueños- y disociaciones en el pensamiento e incluso trastornos mentales mayores. Además pueden presentarse trastornos alimentarios, consumo de alcohol, drogas u otras adicciones, autoagresiones e intentos de suicidio.

Secuelas en la sexualidad en las personas víctimas de abuso sexual en la infancia

Cuando se ha sufrido un abuso sexual en la infancia, el comportamiento futuro de esa persona en cuanto al sexo puede darse de diferentes formas:

  • Rechazo total al sexo.

  • Miedo a la intimidad e incapacidad para poner límites y autoafirmarse, demasiada permisividad o rigidez en sus límites.

  • Promiscuidad, algunas personas giran su vida en torno al sexo, cayendo incluso en conductas de riesgo porque se «confunde amor con sexo».

  • Disfunciones sexuales, no quiere decir que las personas que tienen algún tipo de problema sexual hayan sufrido abusos. Pero sí que las personas que han sufrido abusos suelen tener algún problema de tipo sexual como: anorgasmia, dolor coital, ausencia de deseo sexual, disfunción eréctil, etc.

  • Masturbación excesiva

  • Prostitución

Conclusión

Es importante saber que todos estos sucesos negativos en la vida de una persona dejan huella. Suponen un trauma y que luego muchas de las cosas que suceden en la vida adulta y que la persona no es capaz de explicarse a sí misma, tiene que ver con esos sucesos del pasado que aún no han sido superados y que siguen afectando de un modo u otro. Por ello, si has sido víctima de abuso sexual y estas secuelas continúan perturbando tu vida, es importante que busques ayuda con un especialista.

Recuerda que no estás solo y nunca es tarde para salir adelante.

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