El proceso de decisión de divorcio suele ser un momento difícil para quienes resuelven separarse tras jurarse amor eterno, pero la solución suele complicarse aún más cuando hay hijos de por medio.
A diferencia de los padres, quienes son los que toman finalmente la decisión de separación, los hijos toman el papel de espectadores. Las opiniones, sentimientos o ideas que puedan tener se sentirán como censuradas ya que ellos tendrán que acatar con el resultado; sin embargo, no muchas veces logran comprender totalmente el motivo que lleva a la separación, por lo que los modos de expresar los sentimientos que esta decisión genera en ellos provoca cambios conductuales y/o emocionales que preocupan a los padres.
Consecuencias del divorcio en los hijos
Se considera que son los hijos las mayores víctimas tras un proceso de divorcio. En un inicio, la noticia de separación puede resultar muy sorpresiva para ellos. Esto puede hacer que tomen dos posiciones: una conducta rebelde hacia las órdenes o mandatos que en momentos anteriores podrían haberse acatado con tranquilidad debido a la molestia, cólera o confusión que existe y sienten pero no siempre saben expresar de manera adecuada. En un total opuesto, los hijos pueden volverse mucho más sumisos de lo que solían ser, pues existe la esperanza de que si hay una buena conducta de parte de ellos, los padres volverán a estar juntos.
Sin embargo, la mayor afectación se centra en el ámbito emocional. Los más pequeños tienden a crear fantasías que expliquen la separación de los padres y, en la mayoría de casos, suelen llegar a echarse la culpa por la decisión por no haber sido buenos hijos; piensan que es a causa de ellos que los padres iniciaron las peleas y que los llevó al divorcio.
Por otro lado, tanto en los pequeños como en los hijos que entran a la adolescencia, empieza a existir una sensación de abandono por parte del progenitor que tiene que irse de casa; se presenta el temor a perder el vínculo o el amor que éste pueda sentir por el hijo debido a la distancia. Esto genera a su vez, sentimientos de soledad o no ser un hijo “suficientemente bueno”; lo que se ve relacionado con la inseguridad en relaciones sociales o desconfianza consigo mismo.
Entonces… ¿Qué hacer?
La noticia de divorcio será siempre un tema difícil de conversar con los hijos, por eso es importante tomar algunas indicaciones
Explicar lo que sucede:
Es recomendable que los dos progenitores estén presentes con el o los hijos, y explicarles que la decisión se basa en sentimientos de ellos dos, pero que esto no influye en el amor y cuidado que exista con ellos. Más allá de una separación, los hijos deben seguir sintiéndose queridos y los padres deben dejar en claro que esto no va a cambiar.
NO poner a los hijos a nuestro favor:
A veces las separaciones pueden sentirse como una lucha entre las dos partes y se espera el mayor número de aliados y personas a nuestro favor, pero es importante saber que los hijos no son parte de la batalla. Ellos no tienen por qué elegir un bando; al final el día, ellos siempre seguirán siendo hijos de los dos.
¿Qué vendrá después?:
En muchas ocasiones, los hijos elaboran fantasías sobre lo que sucederá más adelante, dónde vivirán y con qué progenitor, qué pasará con el otro progenitor. Por esto, es recomendable darles la seguridad de que habrá contacto y un fuerte vínculo con el padre que no vivirá con él.
Escuchar y entender:
Estar abierto a preguntas y dudas que puedan tener. El divorcio implica un proceso de adaptación para el hijo por los constantes cambios, que vienen con una fuerte sensación de incertidumbre en ellos. Por esto, es importante que los padres absuelvan dudas y respondan preguntas, además de acompañarlos en esta nueva etapa. La adaptación a los cambios de espacio, nueva rutina o, incluso, mudanzas deben ser acompañadas por el apoyo de ambos padres.
Es importante recordar a los padres que, a pesar de cómo se haya llegado a esta decisión, mostrar rencor, ira o echar culpa hacia la pareja no solucionará los conflictos. Por esto, antes de conversar con los hijos, es recomendable llegar a un acuerdo mutuo sobre cómo y dónde se dará la noticia. El apoyo y amor de ambos hacia él será la mejor herramienta para estos casos.
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