Es común que los niños se jalen los cabellos cuando hacen una rabieta o cuando tienen un momento de extremada cólera, en estos casos cuando los padres intervienen pueden calmar al niño y este deja de hacer esta conducta. Por otro lado, en algunos casos, los niños se jalan los cabellos con la intención de arrancárselos y dicha conducta no puede ser controlada por los padres, en estos casos podría hablarse de tricotilomanía.

¿Qué es la tricotilomanía?

Puede definirse como un hábito o comportamiento recurrente e irresistible dirigido a arrancarse el propio cabello o los vellos de distintas zonas del cuerpo. Aunque la parte más afectada es la cabeza, también puede abarcar otras partes como las cejas, pestañas, axilas, barba, pubis o cualquier zona pilosa de la persona. Esta conducta por lo general va acompañada por un momento previo estresante.

Características

  • El niño se arranca el cabello de forma recurrente causando una notable pérdida de este.
  • Presenta una sensación creciente de tensión antes de arrancarse los cabellos o cuando se intenta inhibir este comportamiento.
  • Luego de arrancarse el propio cabello, la tensión cesa y aparece un sentimiento de calma y placer.
  • Puede presentar otros comportamientos de autoagresión.
  • Hay niños que, con los mechones de pelo arrancados, elaboran bolas para jugar, otros se lo introducen en la boca o simplemente los rompen en trocitos más pequeños y realizan montoncitos con ellos para tirarlos por miedo a que los padres los descubran y los castiguen.
  • Puede ir asociado a otros problemas como los trastornos del estado de ánimo depresión, ansiedad y onicofagia (comerse las uñas).

Causas

Este tema sigue siendo investigado, hasta el momento se presentan algunas hipótesis con respecto a lo que origina esta conducta, algunos autores señalan que tiene implicancias hereditarias y otros apuntan que se debe a el exceso o defecto de un neurotransmisor.

Desde la psicología se plantea que la conducta de arrancarse los cabellos o vellosidades de las distintas partes del cuerpo es una respuesta a situaciones estresantes que implican elevados niveles de ansiedad que la persona no es capaz de enfrentar ni superar. En el caso de los niños las situaciones que elevan la ansiedad como, un clima familiar tenso, ser víctima de abusos, la adaptación a una nueva casa o colegio, la pérdida de un familiar, etc., podrían desencadenar este tipo de conductas en ausencia de soportes emocionales positivos que le ayuden a superar la tensión y ansiedad.

El jalarse los cabellos desvía la tensión del ambiente a una zona focalizada de cuerpo (cabeza, cejas, etc.), el acto en sí de arrancar produce una sensación de alivio posterior al dolor, por lo que la búsqueda de alivio puede reforzar la conducta de arrancarse las vellosidades.

Consecuencias

Esta enfermedad suele causar el aislamiento del niño, la estética dañada con la ausencia de cabello en algunas partes de la cabeza puede producir vergüenza, además produce lesiones en el cuero cabelludo, o en las zonas dónde se arranca el pelo. De igual forma se pueden originar complicaciones digestivas en los niños que se comen el cabello arrancado, provocándole náuseas y vómitos.

Tratamiento de la tricotilomanía en niños

La intervención de la tricotilomanía suele ser un trabajo en conjunto, entre la asistencia psiquiátrica que aporta en el aspecto farmacológico del tratamiento y el acompañamiento psicoterapéutico para abordar los aspectos emocionales, cognitivos y otros problemas asociados. En estos casos es importante trabajar tanto en la sintomatología como en el trasfondo de la conducta.

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