Uno de los aspectos más importantes para hacer frente a un problema, es contar con el  conocimiento necesario para poder entenderlo, tomando en cuenta de qué se trata, cuáles son sus características, como podemos lidiar con ello, etc. Este aspecto toma un rol fundamental cuando se trata de un problema de salud mental tal como el trastorno límite de la personalidad (TLP), el cual también es conocido como borderline.

¿Qué es el Trastorno límite de la personalidad?

Es uno de los trastornos de personalidad más frecuente, el cual se caracteriza por:

  • Cambios de humor extremos, se puede pasar del llanto a la risa rápidamente.

  • Cambios repentinos en la percepción que se tiene de las personas; por ejemplo, se puede pasar de la idealización de un ser querido a su devaluación y humillación.

  • Presentan conductas impulsivas e irracionales.

  • Tienen sentimientos crónicos de vacío y sensación de abandono.

  • Tienen ideas paranoides o síntomas disociativos transitorios, pueden sentir que los están persiguiendo o que quieren lastimarlos.

  • A menudo suelen derivar en conductas de autolesión y tendencias suicidas.

  • Presentan dificultades para tomar conciencia de su enfermedad y para responsabilizarse por sí mismos.

  • Presentan poca tolerancia a la frustración y toman decisiones riesgosas.

  • Tienden a presentar conductas manipuladoras.

Cabe señalar que las personas con TLP pueden realizar una vida dentro de los parámetros de la normalidad si cuentan con un tratamiento adecuado.

Tratamiento

Es recomendable que el tratamiento de personas con trastorno límite de la personalidad se realice a través de un trabajo interdisciplinario entre el área médica psiquiátrica la cual se encarga de la asistencia farmacológica con el fin de disminuir la intensidad de los síntomas y el área psicológica la cual aporta en el desarrollo de conductas más adaptativas.

¿Cuál es el papel de la familia?

El papel que cumple la familia en las personas que presentan TLP, es de vital importancia, pues la forma en cómo actúen y reaccionen frente al paciente podría influir en la  exacerbación o disminución de la intensidad de los síntomas característicos del TLP. Es por ello, que resulta importante que la familia se informe y mantenga al tanto de las indicaciones que brinden los especialistas teniendo en cuenta que:

  • Nadie es culpable de la enfermedad.

  • Es difícil para el paciente aceptar su condición así como lo es para la familia.

  • Es importante reconocer los esfuerzos que hace el paciente al aceptar y luchar contra su enfermedad.

  • Los síntomas pueden variar con el tiempo y existir periodos de mejorías, aunque el trastorno permanezca.

¿Cómo convivir con un familiar con TLP?

Nota importante: Todas las recomendaciones en el presente artículo no buscan reemplazar las recomendaciones de un especialista, su única finalidad es de carácter informativo.

Para mejorar la convivencia con una persona con TLP es importante:

Aprender a comunicarnos:

En un ataque de ira las personas con TLP pueden decir palabras hirientes y no ser conscientes de ello, ante esto, es importante que los familiares se concentren en la emoción más que en lo que dice, invitarlos a conversar de manera tranquila; en caso no se logre, es recomendable alejarse por un momento hasta que las cosas se calmen para evitar la discusión.

Establecer límites saludables:

Establecer lo que está permitido y lo que no, para esto la familia debe estar de acuerdo y debe expresar con afecto cuando no se cumpla con los límites establecidos.

Conocer lo que no podemos hacer:

No es recomendable amenazar o darle ultimátum, tolerar el comportamiento abusivo, permitir que deje el tratamiento ni pasar por alto amenazas de suicidio.

Cuidarnos:

Es importante no aislarnos y evitar reducir nuestra vida en torno al paciente, es recomendable asistir a grupos de apoyo donde haya personas con familiares en la misma situación, con el fin de aprender técnicas para manejar el estrés.

¿Cómo son las crisis de una persona con TLP?

Las personas con TLP suelen ser muy variantes en sus estados de ánimo, pueden pasar de un estado de aparente tranquilidad a uno de crisis, el cual se caracteriza por:

  • Bajo control de impulsos.

  • Comportamiento agresivo.

  • Facilidad de llanto.

  • Cambios de humor mucho más intensos que lo habitual.

  • Intentos de suicidio.

  • Autoagresiones.

  • Tristeza profunda (vacío interior).

  • Actitud depresiva.

  • Alejarse o aislarse de las personas más cercanas.

  • Aislamiento.

  • Paranoia.

¿Cómo actuar ante una crisis?

  • Es de vital importancia mantener la calma en todo momento y lugar.

  • Evitar bajo cualquier circunstancia mostrarnos hostiles, criticarle o juzgarle, impedir que se exprese, minimizar lo que siente o enfrentarle en una discusión.

  • El imponerles lo que deberían hacer puede aumentar su frustración por lo que es importante escuchar lo que tienen para decir.

  • Es importante que no nos dejemos llevar por el estado emocional del paciente, evitando que nuestro humor se vea afectado, pues esto podría generar sentimientos de culpa por lo que está sucediendo.

  • En caso la situación se torne muy tensa, y sea difícil mantenerle bajo control y la crisis incremente llegando a amenazas o intentos de autolesión, es recomendable consultar con los especialistas inmediatamente.

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