Los últimos eventos que se han visto en la televisión están relacionados con conflictos de pareja que terminan en separación y divorcio, los cuales han traído como consecuencia hijos lastimados emocionalmente.

¿Qué es lo que sucede?

En ocasiones, cuando los padres se separan utilizan a sus hijos como objeto de venganza en contra de la pareja para hacerles pagar por el “daño” del que pudieron ser víctimas.

Los padres se pueden atacar aduciendo que su pareja ha sido agresiva o que tenían dificultades en su sexualidad. Una de las “herramientas” más utilizadas en estos conflictos son los ataques en los que tiene que ver directamente el niño, utilizando frases como “No eres el padre de mi hijo”.

¿A qué alude este tipo de venganza?

Esto refleja una actitud inmadura y bastante perjudicial para la criatura ya que el desarrollo de su identidad y concepción del propio mundo se ve bastante afectada al saber que su padre no es quien pensaba. El mismo padre puede desarrollar sensaciones de rencor, odio y hasta venganza, y sin querer, están afectando el desarrollo emocional de un niño que no tiene injerencia en los conflictos adultos.

Y ¿qué tipo de consecuencias trae para el niño/a?

Los daños que puede acarrear esta situación, además de la dificultad en el desarrollo de su identidad, son el rencor hacia la madre como causante de la situación vivida, rencor hacia el padre por no haberlo protegido y ser motivo de burla para los amigos, entre otras complicaciones.

Además, su autoestima se ve sumamente dañada, pues durante toda su vida ha crecido con una idea de quiénes son sus padres, y de pronto todo se sacude con una noticia de este tipo.

¿Existen más maneras en las que una pareja puede vengarse usando a su hijo?

Lastimosamente, sí. Y es a través de la Alienación parental, la cual es un trastorno caracterizado por un conjunto de síntomas que resultan del proceso por el cual un progenitor transforma o manipula la conciencia de sus hijos, mediante distintas estrategias, con objeto de impedir, obstaculizar o destruir sus vínculos con el otro progenitor hasta hacerla contradictoria con lo que debería esperarse de su condición.

Entonces este término alude a la conducta llevada a cabo por el padre o la madre que conserva bajo su custodia y cuidado al hijo/a, y realiza actos de manipulación con la finalidad de que éstos, odien, teman o rechacen al progenitor(a) que no los tiene bajo su custodia o cuidados.

Inducir un síndrome de alienación parental a un hijo es una forma de maltrato con daños casi siempre de imposible reparación. Muchos de esos niños desarrollan trastornos psiquiátricos serios.

¿Ello trae consecuencias emocionales en los niños?

Sí, las cuales pueden llegar a afectar el desarrollo de su identidad y su autoestima.

Dentro de las consecuencias podemos apreciar:

  • Ansiedad, miedo y estrés

  • Sentirse subestimado en sus opiniones y sentimientos

  • Odio hacia uno de los padres

  • Sentimientos que perduran en la edad adulta

Reflexiones finales

Recordemos que los hijos son fruto de la relación de dos personas y vinieron al mundo para ser amados, guiados y permitirles un desarrollo adecuado a nivel espiritual, ético, social, educativo y psicológico.

Entonces, cuando los padres utilizan a sus hijos como objeto de venganza, lo único que se obtiene es marcarlos con el sufrimiento y obstaculizar el desarrollo adecuado de sus capacidades.

Así, si sienten que están involucrando a sus hijos en una situación parecida podría no ser demasiado tarde para buscar apoyo profesional y lograr una relación cordial y/o madura con quien se terminó la relación de pareja.

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