Durante nuestra rutina diaria dedicamos casi 8 horas, como mínimo, a estudiar o trabajar y por lo general conforme pasan las horas nos sentimos más cansados, con menos energía o incluso agotados, llegando a percibir un decline por cada hora que transcurre.

No es novedad pensar que, si descasamos mejor, rendiremos más; sin embargo, por los quehaceres diarios, preocupaciones, estrés, etc., no tenemos un descanso de calidad, incluso pensamos que, si dormimos más, estaremos más descansados, lo cual no siempre se cumple. Si mi mente y cuerpo se sienten despejados me sentiré en mayor posibilidad de tomar decisiones acertadas y desempeñar mi jornada académica o laboral con mayor aptitud.

Como seres humanos, tenemos un ciclo que cumplir en cuanto a la satisfacción de nuestras necesidades básicas; por ejemplo, de 4am a 12pm es el momento para liberar toxinas, es el mejor momento para hacer deporte, realizar nuestras deposiciones, etc. De 12pm a 8pm es la mejor fase para que nuestro cuerpo asimile nutrientes; es decir, para comer y digerir adecuadamente los alimentos, asimismo de 12pm a 8pm, el cuerpo se prepara para el descanso y es aquí donde solemos fallar, pues nuestro cuerpo no solo necesita echarse en la cama y cerrar los ojos, sino también prepararse para hibernar la mente y desconectarnos de nuestras preocupaciones, actividades y todo aquello que nos genera alerta y estrés. Es importante recalcar que cada etapa tiene funciones que al ser interrumpidas obstaculizan el aprendizaje y rendimiento.

¿Les ha ocurrido que los días que no han descansado adecuadamente se sienten desconcentrados, desatentos, no entienden lo que leen, están irritados, molestos o incluso torpes?, lo que sucede es que el cuerpo, al no haber descansado profundamente, tiene una vitalidad mucho más baja, lo que genera que las habilidades cognitivas, afectivas y motoras disminuyan y, por ende, no se rinda como se quisiera o se necesite.

«No es novedad pensar que, si descasamos mejor, rendiremos más; sin embargo, por los quehaceres diarios, preocupaciones, estrés, etc., no tenemos un descanso de calidad»

Es importante saber que, durante el descanso, nuestro cuerpo produce la hormona de crecimiento, la cual está encargada de ayudarnos a que nuestro cuerpo y sistema no se deterioren y logren permanecer frescos y sanos; es por esto que las personas que no descansan adecuadamente envejecen más notoriamente. Sumado a ello, la mente que descansa permite que sus neuronas se contraigan y por ende surja un canal dentro del cerebro por donde esta bota sus toxinas, la mente que no descansa tiende a acumularlas y esto interfiere en el aprendizaje y memoria de la persona.

A raíz de lo anterior, compartimos algunas recomendaciones sobre cómo lograr descansar mejor. Recuerda que la calidad del descanso no está sujeta a la cantidad; la idea es alcanzar un descanso profundo que nos beneficie y resulte reparador:

  • Contar con un entorno adecuado, silencio y tranquilo para fomentar nuestro proceso de sueño profundo.
  • Siempre que te sea posible, acuéstate a la misma hora cada día, dedícale al sueño las horas establecidas en relación con tus propias necesidades.
  • Evita consumir productos que alteren el sueño y cena suave. Debemos evitar en toda medida tomar café y bebidas estimulantes en general antes de dormir.
  • Lo ideal es dormir en una postura relajada y placentera, la más recomendable es la posición fetal.
  • Evita dormir con luces tales como focos, celulares, televisores, etc. La luz azul obstaculiza un buen descanso, es recomendable usar velas (artificiales de preferencia) para que nos acompañen a la hora de conciliar el sueño.
  • Antes de dormir escucha música relajante o realiza una sesión de meditación o relajación.
  • Practica técnicas de respiración que te permitan relajarte y entrar en consciencia de ti mismo.
  • Haz ejercicio durante el día o antes de dormir, ello te ayudará a calmarte y a estar cansado para dormir mejor.

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