Todos los padres de familia desean lo mejor para sus hijos, no obstante, tener buenas intenciones no siempre determinará el mejor resultado. Actualmente existe diferentes métodos y técnicas para ayudarnos con esta tarea, empero una gran pregunta de los padres es si se puede ser cariñosamente firme, para esto es necesario recordar los tres principales enfoques de la interacción adulto- niño:

  • Rigor: Se dan reglas que se deben cumplir y en caso de violarlas existe un castigo, los niños no se involucrarán en el proceso de toma de decisiones, observándose un control excesivo, orden sin libertad y cero opciones, están presentes frases como “Lo haces porque yo lo mando”.
  • Permisividad: no dudamos que seremos felices y nos amaremos y tu serás estarás calificado para elegir tus reglas propias en el futuro, por tanto, se resume en que no hay reglas, existe cero limites, libertad sin orden y opciones ilimitadas. Frases como “puedes hacer lo que quieras”.
  • Disciplina positiva: Existe un “juntos decidiremos las reglas que nos beneficien mutuamente”. Se encontrarán problemas y también soluciones valiosas para todos. Cuando el niño deba usar su juicio sin la participación del padre, actuará con firmeza, gentileza, dignidad y respeto. Se observa libertad con orden, opciones limitadas, frases como “puedes elegir cualquier cosa que este dentro de los límites y que muestre respeto para todos”.

Muchas personas creen de manera contundente en el rigor y el castigo ya que funcionan, lo cual es cierto, el castigo “funciona” ya que se detiene una mala conducta, sin embargo ¿Cuáles son sus resultados a largo plazo?, tengamos presente el engaño de los efectos inmediatos ya que de que vale que funcione si el producto final será negativo.

Si quisieras entender un poco más de este tema; te invito a revisar este artículo: Beneficios de la disciplina en la salud emocional de los niños

Las consecuencias a ello que podemos observar son frecuentemente las siguientes:

  • Resentimiento: “Esto es injusto, no puedo confiar en los adultos”.
  • Revancha: “Ellos ganan ahora, pero ya verán más tarde”
  • Rebeldía: “Haré exactamente lo contrario para probar que no tengo que hacerlo a su manera”
  • Retraimiento:
    • Cobardía: “La próxima vez no me atraparan”
    • Reducción de la autoestima: “Soy una mala persona”.

Entendamos que los niños no son conscientes de las decisiones que toman cuando son castigados, no obstante, el comportamiento que sigue al castigo puede basarse en decisiones subconscientes. El niño puede decirse “Soy una mala persona” y continuar comportándose de esa manera. Otro niño al tomar la misma decisión puede volverse complaciente en busca del amor que cree no merecer. Es por ello por lo que como padres es necesario ser conscientes de los efectos a largo plazo de sus acciones en lugar de ver los resultados a corto plazo.

Si te gustaría añadir algo más a esta información; revisa este artículo: Padres unidos en la crianza de sus hijos

En resumen, la disciplina positiva es un enfoque que no incluye un control excesivo ni permisividad ¿Cuál es la diferencia con otros métodos?  Una de ellas es que no incorpora la humillación ni para los niños ni para los adultos, se fundamenta en el respeto mutuo y en la cooperación, admite dignidad y respeto como fundamento para la enseñanza de habilidades de vida y sociales para el desarrollo de un buen carácter incluyendo la capacidad para resolver problemas.

César Vigo

Psicólogo de Libera

C.Ps.P. 35846

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