Convertirse en madre transforma profundamente la vida de una persona. Con la llegada de un hijo, cambian las rutinas, las prioridades y muchas veces también la forma en que una mujer se percibe a sí misma. En medio de este nuevo rol, surge una pregunta legítima: ¿puedo seguir siendo yo misma además de ser mamá?

En este artículo exploraremos por qué muchas mujeres sienten que se pierden en la maternidad, cómo recuperar el equilibrio entre el rol de madre y la identidad personal, y cómo la psicoterapia puede acompañarte en ese camino de reconexión contigo misma.

¿Por qué sentimos que nos perdemos al convertirnos en madres?

La maternidad es un evento vital que puede generar una profunda transformación emocional. Aunque es una experiencia enriquecedora, también puede traer consigo:

  • Exigencias sociales y familiares: La idea de que una «buena madre» debe entregarse por completo, sin quejarse ni poner límites.

  • Pérdida de autonomía: Al cuidar de otro ser humano, muchas mujeres dejan de lado sus propias necesidades.

  • Cambios en la rutina, el cuerpo y la mente: El cansancio, las modificaciones hormonales y la falta de tiempo personal pueden desconectar a la mujer de su identidad previa.

  • Sentimiento de culpa: Por querer tiempo a solas, por desear trabajar, por no sentirse feliz todo el tiempo, entre otros.

¿Qué significa seguir siendo tú misma?

Ser tú misma no implica rechazar la maternidad, sino integrar este nuevo rol a tu identidad de forma saludable. Seguir siendo tú implica:

  • Reconocer tus necesidades emocionales, personales y profesionales.

  • Conservar tus intereses, amistades, espacios y proyectos.

  • Validar que eres madre, pero también eres persona, pareja, hija, amiga, profesional, creativa, etc.

Las consecuencias de olvidarte de ti

Cuando una madre se descuida emocionalmente en nombre del sacrificio, pueden aparecer consecuencias como:

  • Ansiedad o depresión posparto.

  • Agotamiento emocional o burnout materno.

  • Desconexión en la pareja.

  • Sentimiento de vacío, insatisfacción o despersonalización.

El autocuidado no es egoísmo: es una forma de sostenerte para poder sostener a otros.

Claves para maternar sin perder tu identidad

Recupera tus espacios personales

Busca momentos aunque sean breves para ti: leer, salir a caminar, escribir, meditar o simplemente descansar. No necesitas grandes cantidades de tiempo, sino espacios significativos.

Habla de lo que sientes sin culpa

Validar tus emociones es esencial. Estar cansada, frustrada o necesitar ayuda no te hace una mala madre, te hace humana.

Redefine tu rol como madre

No hay una sola forma de ser mamá. Puedes construir tu propio modelo de maternidad, uno que te haga sentir en paz contigo misma.

Pide apoyo y no te aísles

Buscar ayuda en tu red de apoyo o en profesionales no es signo de debilidad, sino de responsabilidad emocional.

    ¿Cómo puede ayudarte la psicoterapia?

    La psicoterapia te brinda un espacio seguro para hablar de lo que a veces no puedes compartir en voz alta:

    • Sentimientos ambivalentes frente a la maternidad.

    • Culpas internas por no encajar en el ideal de madre perfecta.

    • Duelo por la vida que quedó atrás.

    • Necesidad de reconectar con quién eras antes de ser madre.

    A través del acompañamiento terapéutico, puedes reconstruir una identidad más auténtica y equilibrada, que incluya la maternidad pero también abrace tus otros aspectos como mujer y persona.

    En Libera, nuestros especialistas en salud mental pueden ayudarte a transitar esta etapa con mayor claridad, bienestar y conexión contigo misma.

    Ser madre también es ser tú

    La maternidad no debería borrar tu identidad, sino ampliarla. Ser madre no es dejar de ser tú: es una oportunidad para crecer, transformarte y reencontrarte desde otro lugar.
    Permítete estar presente para tu hijo sin dejar de estar presente para ti.

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