Volver con una expareja, a pesar de saber que la relación fue dolorosa o perjudicial, es una experiencia común para muchas personas. Este patrón puede ser confuso y emocionalmente agotador. A continuación, exploraremos las razones psicológicas detrás de este comportamiento y cómo puedes comenzar a romper este ciclo.

El apego emocional y la dependencia afectiva

Las relaciones amorosas generan lazos emocionales profundos. Incluso cuando una relación es disfuncional, puede existir un fuerte apego emocional que dificulta el proceso de separación. La dependencia afectiva ocurre cuando sentimos que no podemos estar bien sin la otra persona, incluso si nos lastima.

Este tipo de vínculo suele estar asociado con baja autoestima, miedo a la soledad y una necesidad constante de validación externa.

La idealización de la relación pasada

Es común recordar solo los momentos positivos de la relación, minimizando o justificando el daño recibido. Esta idealización puede hacer que la persona se aferre a la esperanza de que las cosas cambiarán, alimentando la ilusión de una reconciliación feliz.

Además, el cerebro tiende a buscar la familiaridad: lo conocido, aunque doloroso, puede parecer más seguro que lo desconocido.

El miedo a la soledad y al abandono

Muchas personas vuelven con sus exparejas por temor a estar solas o a no encontrar a alguien más. Este miedo al abandono puede tener raíces en experiencias tempranas o inseguridades profundas, y lleva a tolerar relaciones insanas por no enfrentar el vacío emocional que deja una ruptura.

Ciclos tóxicos de reconciliación y ruptura

Algunas relaciones entran en un patrón repetitivo de ruptura y reconciliación. Cada vez que se regresa, hay una breve sensación de alivio o felicidad que refuerza el ciclo, pero que pronto se ve seguida de nuevas decepciones. Estos ciclos tóxicos pueden convertirse en una forma de adicción emocional.

    ¿Cómo puede ayudarte la psicoterapia?

    La psicoterapia es una herramienta poderosa para comprender y transformar estos patrones repetitivos. Un proceso terapéutico te permite:

    • Identificar las raíces de tu dependencia emocional.

    • Fortalecer tu autoestima y autonomía.

    • Aprender a poner límites saludables.

    • Sanar heridas emocionales que influyen en tus relaciones.

    • Desarrollar relaciones más conscientes y sanas.

    Trabajar con un psicólogo o psicóloga te brinda el acompañamiento necesario para salir de relaciones dañinas y construir un vínculo más amoroso contigo mismo(a).

    Consejos para empezar a soltar

    • Reconoce el daño real que la relación te causó.

    • Evita el contacto durante el proceso de duelo.

    • Rodéate de personas que te apoyen.

    • Mantente firme en tu decisión.

    • Invierte tiempo en ti: en tus hobbies, metas y bienestar.

    Libérate de los vínculos que te lastiman

    Volver con alguien que te hace daño no es un signo de debilidad, sino una señal de que hay heridas emocionales que necesitan ser sanadas. Reconocer este patrón es el primer paso para romperlo.

    En Libera, te acompañamos a entender tu historia emocional y a construir relaciones más sanas. Si sientes que estás atrapado(a) en este ciclo, buscar ayuda profesional puede marcar una gran diferencia.

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