“Deberías sentirte feliz”, “No deberías sentir envidia ni celos”, son unas cuantas frases que nos hacen pensar que hay sentimientos que está bien experimentarlos y otros no.
Es como si se pretendiera que en dos cajas diferentes se colocaran, en una, los sentimientos “positivos”, como la alegría, gratitud, amor, entre otros, y los sentimientos “negativos”, donde se incluyen la ira, los celos, la envidia, etc. Puede que la tristeza pase de una caja a otra, y todo esto se vuelve un tanto confuso.
Pero primero, ¿qué son los sentimientos?
Muchas veces se confunden las emociones con los sentimientos.
Las emociones son aquellas reacciones afectivas que tenemos frente alguna situación, son inmediatas y no deliberadas, y tienen un componente fisiológico que la acompañan (reacción física). Las emociones básicas son: alegría, tristeza, enojo, miedo y asco.
Los sentimientos están conformados por el conjunto de pensamientos que surgen a partir de esas emociones y los eventos relacionados. No dependen de un estímulo directo y se dan de forma deliberada. Por ejemplo: cuando alguien que conocemos no nos ayuda cuando lo necesitamos, eso nos puede generar ira. Y tras pensar sobre ello, podemos experimentar el sentimiento de resentimiento hacia esa persona.
Además, los sentimientos tienen un componente muy subjetivo, por lo que, a diferencia de las emociones, hacer una lista de sentimientos quizá no sea una tarea tan fácil.
¿Existen los sentimientos “negativos”?
Socialmente, hay algunos sentimientos que son mal vistos. Entre ellos, los celos, la envidia, el enojo, el resentimiento, entre otros, como si sentirlos fuese “incorrecto”.
Sin embargo, desde nuestra perspectiva, no hay sentimientos correctos ni incorrectos. Los sentimientos simplemente son lo que son. Lo único que se puede catalogar como correcto e incorrecto son las acciones que acompañen esos sentimientos, así que, ¡siéntete libre de sentir!
Lo que sí podemos afirmar es que, en pro del bienestar de la persona, hay sentimientos que, si se experimentan de una forma acentuada y prolongada, pueden tener un impacto negativo en la persona. Por ejemplo, sentir enojo, tristeza, miedo, resentimiento, por mucho tiempo, puede causar un malestar significativo en la persona e impedirle que funcione adecuadamente en su día a día.
Sin embargo, nuevamente, no por ello son sentimientos incorrectos.
La importancia de la validación emocional
Muchas personas experimentan sentimientos y emociones que los hacen sentir mal… y se terminan sintiendo peor en la medida en que crean que sentir aquello es negativo o que está mal sentirse así.
Por lo tanto, una forma de sentirnos mejor y buscar nuestro bienestar emocional es simplemente aceptar que esas emociones y sentimientos forman parte de nosotros, y que son normales.
De hecho, a veces la mejor ayuda que podemos recibir es que el otro nos haga sentir que comprende nuestro malestar y que no es algo incorrecto sentirse así.
A modo de conclusión
Los sentimientos son parte de nosotros, son como la gasolina que nos hace actuar en el día a día, así que ¡acéptalos y exprésalos!
Si en algún momento sientes que las emociones te dominan, quizá leer el siguiente artículo acerca de la inestabilidad emocional podría orientarte mejor:
Así mismo, a través de la psicoterapia podrías alcanzar una mayor comprensión y manejo de estos sentimientos y emociones.
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