La separación y el divorcio es una realidad.

Hoy en día muchas parejas deciden separarse o divorciarse y optan por reconstruir sus vidas junto a otra persona. En la mayoría de oportunidades comentan “Tengo derecho a rehacer mi vida”, lanzándose a la búsqueda de la felicidad a lado de un nuevo amor y una nueva vida.

No obstante, la presencia de niños torna esta decisión más complicada, aparecen dudas como “¿qué pensará mi hijo/a?”, “¿le va a afectar?”, “¿cómo se lo digo?”, etc. Dichas situaciones despiertan cierto nivel de angustia en la persona y puede generar que se tomen decisiones apresuradas que finalmente dañan a otras personas e incluso que perjudica la formación de esta nueva relación.

¿Cómo deben los padres tratar las distintas reacciones que pueden tener sus hijos ante esta nueva situación?

Ante todo, con mucha paciencia, cariño y comprensión. Existen aspectos dignos de tomar en cuenta y que, de no tener el cuidado suficiente, pueden afectar profundamente la relación con sus hijos. No se trata solamente de que la nueva pareja le caiga bien o no a nuestros hijos y viceversa. Sin duda, éste el punto de partida, pero igualmente relevante es la forma y el tiempo en que se da este acercamiento.

Factores a tener en cuenta en relación a mi hijo y mi nueva pareja

En base a nuestra experiencia en psicoterapia, los padres deben tener muy presente los siguientes factores para poder sobrellevar esta situación:

Uno de los factores principales es si esta nueva relación es lo suficientemente estable, con planes de vida a futuro. Es importante tocar este punto ya que va a evitar que se exponga al menor conocer a varias personas, generando confusión y malestar.

Así mismo, tomar en cuenta la edad de los hijos, pues ella va a determinar el grado de madurez y preparación que tienen para enfrentar esta dinámica, así como las diversas estrategias que los adultos deberán emplear (de acuerdo siempre a su edad) para explicar la separación y la integración de un nuevo miembro.

A su vez, la cantidad de tiempo que ha pasado desde la ruptura de los padres es importante, pues permite que el hijo/a comprendan la situación, trabajen sus emociones, sobre todo cuando hay rechazo o enojo.

Y, por último, otro factor importante a tener en cuenta es cómo terminó la relación, pues si ella ha terminado de manera amistosa, conciliadora, va a permitir que los hijos tomen de buena manera el ingreso de una nueva persona.

Recomendaciones finales

Finalmente, es importante señalar que todo esto no es tarea sencilla, pero vale la pena esforzarse si lo que queremos es una buena integración familiar fundamentada en el respeto, la comunicación y el cariño, dando su espacio, su tiempo y su lugar a nuestra nueva pareja, a nuestros hijos y por supuesto a nosotros mismos.

Nuestros últimos artículos de psicología:

Abrir chat
1
Hola, gracias por comunicarte con Libera😀
¿En qué podemos ayudarte?