Desde nuestros primeros años de vida, no solo necesitamos que nuestros padres o cuidadores nos alimenten y protejan, sino también requerimos sentirnos amados por ellos. Al convertirnos en adultos, esta necesidad continúa vigente, ya no solo en nuestra relación con nuestros padres, sino ampliándose a nuestras parejas. El no recibir dicho apoyo emocional por parte de las personas que consideramos más cercanas, podría llegar a dañar nuestra autoestima, al pensar que no somos dignos de recibir amor o al disminuir nuestra sensación de pertenencia.

En los últimos años, se ha brindado gran relevancia al tema de la violencia en las relaciones amorosas, considerando no solo la violencia física, sino psicológica. Al respecto, se suele relacionar el maltrato psicológico con amenazas, gritos y burlas, sin embargo, existe un método de violencia psicológica que puede ser sutil pero muy doloroso: la indiferencia o frialdad emocional. En un estudio realizado en el año 2014 (Schrodt, Witt y Shimkowski), se identificó que demostrar indiferencia mediante el uso del silencio es común como método de castigo en las relaciones de pareja, lo cual puede ser sumamente perjudicial, al ser interpretado como una falta de interés o un intento de sometimiento.

Los comportamientos más usuales que se relacionan con la frialdad emocional como método de castigo son:

  • Negarse a dirigir la palabra a la persona que se está castigando, dejando de responder sus preguntas o haciéndolo mediante el mínimo esfuerzo necesario, como por ejemplo a través de monosílabos, ello con la intención de generar malestar emocional.
  • Quitar, de manera consciente, el afecto que una vez hubo, ignorando las necesidades emocionales del otro.
  • Evitar el contacto en la mayor medida posible, tanto a nivel físico como visual, buscando que la otra persona se sienta invisible e insignificante.
  • Mostrarse notablemente desinteresado respecto a todo lo relacionado con la pareja.
  • Negarse a involucrarse en distintas actividades para generar frustración y malestar en el otro.
  • Evitar o ignorar públicamente a la pareja con la intención de avergonzarla/o en eventos sociales.

Cabe mencionar que hay personas a las que les cuesta conectar con los sentimientos, tanto propios como ajenos, teniendo dificultades importantes para identificar y gestionar emociones intensas, las cuales buscan evadir para no sentirse vulnerables. En estos casos, la frialdad emocional vendría a ser un mecanismo de defensa que tiene la intención de protegerse a sí mismo. La frialdad emocional o indiferencia se considera un tipo de violencia psicológica siempre y cuando se mantenga la intención de manipular y afectar emocionalmente al otro.

En todo caso, el ignorar las necesidades del otro y evitar las interacciones no lleva a la resolución de los problemas, por el contrario, suele desencadenar sensaciones de incomprensión y soledad en el otro, perjudicando la relación de pareja y acercando una posible ruptura. El respeto y la comunicación son factores fundamentales de una relación de pareja saludable.

Nuestros últimos artículos de psicología:

Abrir chat
1
Hola, gracias por comunicarte con Libera😀
¿En qué podemos ayudarte?