El mundo ha enfrentado un giro completo en el último tiempo, la pandemia -ya conocida por todos- nos agarró por sorpresa, sin aviso ni posibilidad de preparación alguna. Todos hemos sido testigos de cómo las cifras aumentaban día por día en nuestra ciudad, país y mundo; pero con ellas no solo de contagios, sino de muertes también. Las noticias y los diarios presentaban esos números, calculados, fríos y sin nombres ni apellidos, para informar la situación del país. Pero esos números eran personas, personas que dejaron de vivir a causa del virus y por otros motivos; lo cual nos lleva formularnos la siguiente pregunta:

¿Qué ha supuesto el fallecimiento de alguien cercano en tiempos de COVID-19?

  • Tener a un familiar cercano muy delicado de salud, que viva en la misma casa y saber que no podían acudir a la emergencia o a la consulta médica del hospital y/o clínica ha sido devastador para muchas personas. De alguna u otra manera, acudir a estos espacios terminaba siendo un arma de doble filo, por la posibilidad de contraer el covid-19 y otros virus más.
  • La situación económica para muchas personas cambió radicalmente, con lo cual no todos tuvieron la oportunidad de estar al día en sus seguros médicos, y esto generó dificultades para cubrir las enfermedades pre-existentes o generadas en estos tiempos. Además, el Estado de Emergencia imposibilitaba la realización de velorios lo cual impedía que el deudo transite su duelo, se despida de su familiar en la ceremonia y tenga ese espacio para liberar su dolor.
  • Se estuvieron realizando cremaciones colectivas por el reducido número de crematorios para atender la emergencia, con lo cual entregaban las cenizas a las familias no solamente de su familiar, sino también de otras personas, lo cual generó mucha angustia y dolor.
  • En línea con todo ello, el tiempo permitido para estar en el cementerio era solamente de 15 minutos, lo cual también generaba un impacto en los deudos.

Todo ello nos muestra cómo –la situación actual- llegó a complicar el tránsito del duelo para los familiares y amigos que perdieron a alguien durante esta pandemia.

Es importante recordar que el duelo cuenta con etapas y fases, que van sucediendo a lo largo de una serie de emociones que acompañan esta situación, en cara a la aceptación de la pérdida, la cual –como hemos visto- en estos tiempos está imprimiendo mayores dificultades para hacerlo. Para revisar más acerca del fallecimiento de un familiar y sus implicancias, los invito a revisar el siguiente artículo: El fallecimiento de un familiar

En caso tú, o alguien que conozcas haya perdido a una persona cercana como una pareja, te invito a revisar este artículo La muerte de una pareja. Pero además, tú o alguien en tu entorno están atravesando por estos difíciles momentos, reflexionen en la posibilidad de que un profesional de la salud mental –es decir, un psicólogo clínico y psicoterapeuta– pueda ayudar a reparar y revisar los efectos emocionales que se están viviendo. De esta forma se trabajará el dolor y se dirigirá a transformar la pérdida a partir de la aceptación.

María Claudia Gee

Psicóloga de Libera

C.Ps.P. 26545

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