Muchas veces tenemos la duda acerca de cuándo iniciar un proceso psicoterapéutico. Entonces buscamos opiniones o referencias sobre este proceso y solemos oír las frases “eso es para gente con problemas”, “allí van los locos”, “para que vas si tú puedes resolver sólo tus problemas”, “¿Qué sabe un extraño sobre ti y cómo así te podría ayudar?”.
Todas estas preguntas son válidas y esto se debe principalmente a que nosotros como profesionales todavía no hemos sabido salir del hermetismo teórico y brindar explicaciones sobre la salud mental más humanamente comprensibles.
Pues bien, iniciemos la explicación desde lo básico,
¿Qué es la psicoterapia?
Es un proceso donde se busca que la persona que asiste comprenda las raíces (teniendo una consideración amplia de esta palabra) de su problema y pueda a su vez reconocer su responsabilidad para salir del mismo y continuar con su proceso de crecimiento personal, todo esto a través de un vínculo empático.
Entonces, podemos decir que la psicoterapia es un medio más para encontrar una respuesta que nos permita ver las cosas de una forma más amplia y que a su vez no permita seguir desarrollándonos como personas.
¿Cuál es el rol del psicoterapeuta?
Cabe indicar que los psicoterapeutas no somos gurús, seres perfectos o dioses. Simplemente somos personas que nos preparamos constantemente para tratar que otra existencia pueda transcender sus problemas y continuar con el camino del crecimiento personal.
Para ello, tratamos de poner entre paréntesis nuestra ansiedades, creencias o prejuicios solo con el fin de quien tenemos en frente se ofrezca una oportunidad a sí mismo de aprender que su vida tiene un enorme potencial.
Teniendo en consideración lo anterior, podemos responder la pregunta:
¿Cuándo hacer psicoterapia?
Pues, la respuesta es: básicamente cuando aceptamos que nuestra existencia se encuentra estancada y no podemos seguir desarrollándonos en una o varias áreas de nuestra vida (trabajo, pareja, hijos, familia, etc.) y necesitamos encontrar aquello que nos permita salir de esta situación.
Algunos signos que pueden ayudar a identificar el momento adecuado pueden ser:
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Si presentas dificultades para relacionarte con los demás
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Encuentras un deterioro en tus relaciones interpersonales, laborales, académicas, etc.
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Existe dificultad relacionada al sueño y apetito
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El estado de ánimo es muy cambiante últimamente
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Tus conductas han cambiado con el tiempo
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Entre otros.
Muchas veces las personas ya tienen las respuestas a sus problemas, no obstante, el temor de confrontarlos suele ser inmovilizante, esto debido al historial emocional, a los estilos de afrontamiento, a los recursos personales, etc.
Pero, a través del ejercicio de la libertad, podemos elegir esta vía para continuar con el desarrollo de nuestra existencia.
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