Ser padre es una experiencia muy gratificante, lleno de momentos tiernos, alegres preocupantes e incluso tristes, todo un cúmulo de diferentes emociones inolvidables y eso lo sabemos porque lo sentimos directamente, nadie nos lo cuenta, pero ¿sabemos lo importante que es el vínculo para ellos y cuál es el impacto que tiene en nostros?.

Si recordamos, antes la madre era quien se involucraba más en el hogar, siendo ella quien administraba la casa y pasaba más tiempo con los hijos(as), pero los tiempos han cambiado y la participación masculina se ha vuelto más activa, ahora estamos más involucrados, no solo por temas hogareños, sino en la crianza directa de nuestros hijos(as) y aunque la dinámica en la familia haya cambiado, no todos los hombres logran adaptarse a este cambio, a muchos les cuesta poder involucrarse en cada etapa de vida de sus hijos(as) y desmerecen la presencia del padre como un factor importante para el desarrollo de los mismos. Frente a esto nos preguntamos:

¿Por qué es importantes que los hombres se involucren más con sus hijos(as)?

 

Quizá no lo notamos, pero desde su nacimiento, y mientras más tiempo pasamos con ellos, aprendemos a comunicarnos de formas diferentes, abrimos esa capacidad de expresarnos más abiertamente con nuestras emociones, intentamos mirar con mayor tolerancia cada error y celebramos con cada logro. Esta capacidad de ver el mundo quizá nos parezca nuevo, pero simplemente lo dejamos de ver mientras crecemos y nos llenamos de responsabilidades. Pasar un tiempo de calidad, sin apuros y disfrutando el momento con ellos(as) nos recordará que alguna vez pasamos por esa edad. Así mismo nuestra presencia y permanencia en un tiempo de calidad, logra reforzar significativamente el desarrollo socio emocional  de nuestro hijo o hija, fortaleciendo el vínculo de confianza y conectando más fácilmente con ellos(as) frente a alguna necesidad.

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De esta forma, nos percatamos que acercarnos a nuestros hijos y fortalecer el vínculo con ellos(as) tiene muchas ventajas para ambos. Por lo cual podemos reforzar dichos vínculos de la siguiente manera:

Genera espacios exclusivos

Estos espacios son momentos únicos entre padre e hijo donde puedan compartir una actividad a solas, por ejemplo, una salida, un juego, un almuerzo eventual, etc. Lo importante es que sea una actividad que ambos puedan disfrutar.

Conoce e intégrate a sus juegos y/o diversiones

Los niños(as) cambian sus gustos mientras van creciendo, desde que estan en casa, hasta que van al colegio o salen de el. Conocer qué les apasiona e integrarse a ellos, quizá no participando, pero mostrando interés en estos gustos motiva a buscar espacios para compartir.

 

Permite espacios de diálogo

Sabemos que la comunicación es muy importante en toda relación, sin embargo, el espacio o tiempo que tengamos para esta también lo es. No importa la edad que puedan tener nuestros hijos(as), ellos siempre querrán decirnos algo. Para esto debemos permitir un espacio y un tiempo que aperture el diálogo y toda nuestra atención.

Crea tradiciones

Poder no solo hacer actividades juntos, sino además hacerlo en fechas únicas le brinda un significado especial a dicha actividad. Hacer una tradición con tu hijo(a) es poder darle mayor valor emocional a cada evento y este perdurará en el tiempo y en los recuerdos. No tiene que ser grande, solo significativo, por ejemplo: un almuerzo, una caminata, una visita, una comida, un juego, etc.

El vínculo con nuestros hijos es un trabajo constante, que se verá reflejado en valores, confianza y comunicación. Aprovechemos en cultivarlos con paciencia y dedicación.

David Cercado

Psicólogo de Libera

C.Ps.P. 22584

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